a tiro de hit
Inesperada agresividad de los Atléticos
En materia de contrataciones y movimientos, los Atléticos (antiguamente de Oakland, en el futuro inmediato de Sacramento) han tenido una temporada muerta mucho más movida de lo esperado.
Esta semana, firmaron a Brent Rooker, principal figura ofensiva del conjunto, a una extensión de cinco temporadas y US$60 millones de dólares. Es un acuerdo que hace sentido para ambas partes. Los Atléticos aseguran a su principal productor de carreras por un modesto salario anual de US$12 millones.
En el caso de Rooker, es un jugador de modestos inicios que fue adquirido en waivers por los Atléticos en 2022 y finalmente pudo establecerse cuando se acercaba a los 30 años. Ahora consigue estabilidad y un acuerdo económico que de seguro le cambiará la vida.
Así le saca partido a una excelente temporada, en la que bateó .293/.365/.562 con 39 cuadrangulares y 112 carreras impulsadas en 145 partidos.
Este es el más reciente movimiento de la franquicia que eventualmente tendrá a Las Vegas como su hogar. Comenzaron otorgando un contrato que podría alcanzar un valor de US$67 millones de dólares al dominicano Luis Severino, el más voluminoso en la historia de la franquicia, para que encabezara su rotación.
Luego adquirieron al también lanzador Jeffrey Springs, quien ha sido un excelente abridor cuando ha estado saludable, desde los Rays. Se responsabilizaron de los US$21 millones de salario que tiene Springs garantizados para 2025 y 2026. El tirador zurdo tiene marca de 12-7, 2.51 en 37 juegos iniciados en MLB, con 199 ponches en 179 entradas.
Estas adiciones cambian por completo el panorama de la rotación, quitándole presión a jóvenes como Joey Estes, Mitch Spence y los dominicanos Osvaldo Bidó y Luis Medina, entre otros.
Los Atléticos también cuentan con el dinámico cerrador Mason Miller, quien ponchó casi el 42% de los bateadores enfrentados en 2024.
Muchos se preguntarán por qué este equipo se ha mostrado tan agresivo en medio de un período de incertidumbre, que los llevará a jugar sus partidos como “home team” en el Sutter Health Park de Sacramento, con capacidad de menos de 15,000 fanáticos.
La razón es que están conminados a elevar su nómina para evitar una reclamación de la Asociación de Jugadores. Resulta que los equipos que reciben ingresos vía el proceso de repartición de beneficios deben mantener una nómina que representa 1.5 veces lo que reciben. Los Atléticos necesitan seguir invirtiendo para cumplir con ese reglamento.
Esa realidad está redundando en beneficios para sus fanáticos, que seguirán un equipo con más posibilidades de ser competitivo.