PRESENCIA DOMINICANA
Esa mano invisible
Finalizó la ansiedad que atrapó a muchos seguidores del béisbol sobre el destino de Juan Soto para la campaña de 2025 en grandes ligas. Alcanzó un pacto sin precedente con los Mets de Nueva York. La pregunta que surge cada vez que ocurre un acontecimiento similar es si el jugador vale la suma que recibirá. Cuestionamiento incorrecto, ese valor no lo determinan los resultados logrados en el terreno por el atleta. Obedece a esa mano invisible que Adam Smith intuyó cuando escribió “La riqueza de las naciones” en 1776, al unísono que se iniciaba el Capitalismo como sistema económico y al mismo tiempo que emergían los Estados Unidos como nación, convertida en su devenir en la máxima expresión de ese sistema.
Esa mano es una especie de metáfora para señalar al mercado, los consumidores, sus circunstancias y sus necesidades, que fijan como se inclina la balanza entre la oferta y la demanda para establecer los precios.
La cantidad de dinero que se le paga a este tipo de atletas, normalmente super dotados en habilidades, depende de las circunstancias del momento. La dinámica que genera la sociedad en su constante desarrollo indica evitar comparaciones con el pasado. Es un inútil ejercicio especular con el posible valor de estrellas caducadas.
Relativo al tema Soto, ocurrió que se alinearon los planetas casi a la perfección. Su edad, apenas 25 años, el más hábil agente, un dueño de equipo de bolsillos profundos y obsesivo arrojo y sobre todo, que era el más completo bateador en oferta, destreza considerada la más difícil de dominar en deporte alguno; añadiendo una personalidad de respetuosa y responsable conducta, dentro y fuera del terreno; fueron el conjunto de razones que condujeron a la espectacular conclusión.
“La riqueza genera riqueza” es el principal postulado de Smith. No conozco los detalles del famoso contrato, pero seguro que muchas de sus cláusulas favorecen a la organización. La presencia de Soto en Citi Field aumenta el valor de la franquicia. La insignia Mets de Nueva York ahora vale más generando mayor demanda de sus consumidores y esto, obviamente, provoca que el costo de su oferta se eleve.