PRESENCIA DOMINICANA

Adrián Beltré

El pasado domingo fue consagrado como miembro del Salón de la Fama del béisbol de grandes ligas Adrián Beltré. Merecido gran honor que recibe el dominicano, tanto por su excelente labor como atleta como por su calidad humana y hombría de bien. Un ejemplo que seguir. 

En la historia trece jugadores han defendido la tercera base en más de dos mil partidos, todos activos en la etapa posterior a la rotura de la barrera racial, Beltré se convirtió en el séptimo de este grupo que alcanza a colocar su placa en Cooperstown.

El flamante inmortal tiene la particularidad de ser uno de los tres mejores de todos los tiempos, ubicado al mismo nivel de Brooks Robinson y Mike Schmidt.

El primero defensivamente fue el máximo exponente en esta habilidad, Schmidt demostró ser el bateador más poderoso. Beltré es una especie de combinación de ambos, detrás de Robinson en lo que concierne a defensa, pero mejor bateador que él y debajo de Schmidt en esta pericia, pero muy superior resguardando la posición.

Para valorar un jugador de béisbol de todos los días se necesita tomar en cuenta las cinco destrezas que exige el juego. Bateo, poder, velocidad, defensa y calidad del brazo, tanto en fortaleza como en puntería. Aunque lo más difícil es batear con efectividad, eso no implica que las otras habilidades tengan menos importancia. La compleja naturaleza de este deporte así lo exige.

De los 3,166 inatrapables disparados por Adrián Beltré, 2,987 fueron defendiendo la antesala, máxima cantidad de la historia y su total de 441cuadrangulares, únicamente están por debajo de los 506 logrados por Schmidt y 486 de Eddie Mathews, ambos como antesalistas.

Cuatro de estos alcanzaron a acumular un WAR de más 90.0 puntos, Beltré es el tercero con 95.7, detrás de Schmidt que llegó a 106.8 y de Mathews que tuvo 96.6; pero el quisqueyano supera al último en dWAR 29.3 a 5.6 y esa cifra únicamente es superada por la de Robinson que fue de un extraordinario 39.1.

En ese aspecto Schmidt acumuló 18.4. Un privilegio invaluable fue haber sido testigo de la carrera de Adrián Beltré como jugador de béisbol.