Lesiones preocupantes

Hay una válida inquietud de dirigentes y ejecutivos en las grandes ligas, la frecuencia que los lanzadores, sobre todo de vigor en sus envíos, se lesionan sus brazos. Hay diferentes opiniones al respecto, una es que sistemas innovadores para aumentar la velocidad de los disparos aplicados en los entrenamientos buscando un aumento de los out por la vía del ponche, provoca ese mal.

Realmente esa puede ser una de las causas, pero no la única y particularmente no creo que lo sea. Esto, porque la mayoría de los lanzadores que logran eliminar muchos bateadores en el plato, lo hacen con un envío disminuyendo la velocidad, necesitándose, sobre todo, control para que la bola aterrice en la zona más vulnerable para el bateador. Ejemplos conocidos en ese aspecto son Mario Soto y Pedro Martínez. En la época del primero fue famoso su “Palm Ball”, un cambio de velocidad que salía de la palma de su mano y Martínez era insuperable combinando diferentes velocidades con un estupenda puntería.

Siempre ha habido lanzadores veloces. Delton Young recibió el apodo de Cy porque en la prueba que hicieron para decidir si le ofrecían un contrato, en 1890, esperanzado en impresionar, disparó una flameante bola rápida que no pudo alcanzar el receptor, llegando la pelota a golpear la pared de las gradas astillando la madera. Eso provocó que el sorprendido bateador le expresara al dirigente, “firme a ese chico

patrón. Le puede hacer más dañó a las gradas que un ciclón”. En inglés, Cyclone, de ahí se abrevió a Cy.

En los años cuarenta del pasado siglo se destacó Bob Feller, de velocidad legendaria, con graves problemas de control. El primero en alcanzar una campaña de más ponches que entradas lanzadas fue Herb Score en 1955, luego surgió el extraordinario Sandy Koufax y posteriormente emergió Nolan Ryan, de extensa carrera que desmiente cualquier teoría que exprese que la habilidad de lanzar una bola con potente velocidad esté vinculada a las lesiones de los lanzadores. Randy Johnson avala ese desmentido, superó a Ryan tanto en consistencia como en pericia para eliminar rivales en el plato y lo mismo se puede aplicar con Clayton Kershaw.