Presencia dominicana
Adrian Beltré
Era un asunto de tiempo. Todos los que de una u otra manera siguen el béisbol sabían que Adrián Beltré sería seleccionado a ser exaltado al Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas en su presentación inicial como candidato, la duda residía en el nivel porcentual en que quedaría. Su nombre apareció en un 95.7% de las papeletas, más que bien, dado que cada elección posee diferentes condiciones. El honor recibido, el máximo de este deporte, es bien merecido, su carrera fue brillante, su comportamiento ejemplar. Digno hijo de la nación dominicana.
Sus habilidades como jugador satisfacen las cinco exigencias a ese tipo de atleta. Bateo de promedio, poder, defensa extraordinaria, brazo poderoso y certero además de una más que adecuada velocidad en su desplazamiento en las almohadillas.
Hay varios datos que resaltan su carrera tanto o más que los tradicionales. Jugó en 2,759 como antesalista, la segunda cantidad más alta, detrás de Brooks Robinson (2,870), disparando 3,166 incogibles, de los cuales 2,987 fueron cuando defendía la tercera base, superando los 2,838 que en ese mismo contexto conectó Robinson, ocupando en consecuencia el liderato en ese sentido. En ese contexto, tres antesalista como tales han disparado cuatrocientos o más jonrones, Mike Schmidt
(509), Eddie Mathews (486) y Beltré 441. Su WAR total de 95.7 está por debajo únicamente del de Schmidt 106.8 y Mathews 96.6 como tercera base; a lo que se agrega que en la parte defensiva acumuló 29.3 puntos estando en ese aspecto solo Robinson por encima de él con 39.1. Esos resultados conducen a una conclusión: Adrián Beltré ha sido el más completo jugador que ha defendido la tercera base en la historia del béisbol mayor.
Su paso por el circuito local fue breve, pero impactante. Jugador Más Valioso con Águilas en 1998-99, ese año alcanzó una hazaña inédita en el béisbol invernal: lograr dobles cifras en cuadrangulares y estafas con diez y 17. En el béisbol independiente la había logrado Alonzo Perry en 1953 con once y 16 y posteriormente se inscribió en el círculo Julio Ramírez en 2003-04 al disparar en ese torneo diez jonrones al mismo tiempo que se robaba 19 almohadillas.