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PRESENCIA DOMINICANA

¿Quién sedujo a quién?

El subconsciente es impredecible. Alimentándome de información sobre el caso de Warner Franco y su situación ante la acusación de violar la ley por su relación con una menor de edad, surgieron en mi mente las figuras de David y Betsabé y Frida Khalo y Leon Trotski. La amplia diferencia temporal de esos casos, debió ser producto que la seducción comenzó con la civilización. Se recrea muy bien en la sabia y hermosa metáfora que es el primer el libro del Génesis, con Adán y Eva y su desobediencia a la órdenes del Supremo.

Hay niñas menores de edad y hay “niñas menores de edad”. Independientemente del equilibrio mental que pueda tener Franco, una ley complaciente a una histérica interpretación de lo que es el feminismo y los derechos de la mujer le quita la venda a Temis convirtiendo en selectiva la justicia. Algo que es el día a día en campos y barrios de la nación, entregar la virginidad de hijas a cambio de favores, se convierte en circo cuando el acusado es un famoso.

“Honorables” han practicado esta costumbre sin sutileza y con desvergüenza se sostienen en un pedestal de barro. “La ley es dura, pero es la ley” expresa un principio jurídico, pero otro exclama “no siempre lo legal es justo, ni lo justo es legal”.

Ese movimiento feminista que arrastra en su vorágine a mentes privilegiadas se descalifica cuando para conseguir sus objetivos atropella el lenguaje. ¿Qué diría Sor Juana Inés de la Cruz si leyera a Mario Vargas Llosa escribiendo la palabra “presidenta”? La religiosa mexicana fue inmensa defendiendo los derechos femeninos y con haber escrito “… ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga?, ¿o el que paga por pecar?” … supera, ¡en el siglo XVII!, los huecos argumentos de hoy en ese sentido.

Hombre y mujer reciben influencia uno de otro, pues solo la suma de los sexos completa al ser humano. Quizás sea el tiempo de desempolvar a Esther Vilar y la tesis que expone en su polémica obra “El varón domado” publicada en 1971.

Lo dejo de tarea.