La complicada situación de las Águilas y los Toros

La situación en la tabla de posiciones, y en todo el sentido de la palabra, de las Águilas Cibaeñas y los Toros del Este es lo más parecido a La Caída de la Casa Usher, el terrorífico cuento del gran Edgar Alan Poe.

Al iniciar la temporada en nuestra liga se tiene la costumbre de ver a los seis equipos declararse campeones antes de cantar play ball. Gerentes, dirigentes y presidentes inician con un entusiasmo que al correr de los días se vuelve una pesadilla para algunos.

Sabemos que los Toros fue el equipo más agresivo en el proceso de la agencia libre.Firmaron hombres importantes y recogieron material que pesaba en otras novenas. La angurria los llevó a abrir la cartera sin límites, entendiendo que en la vida todo se resuelve con dinero.

En octubre concluyeron con 5-5, siguiendo un buen período que los mantuvo en competencia, nunca cercano a un primer puesto que estuvo en poder de los Potros durante los primeros 30 partidos. Se vieron con 12-12 el 20 de noviembre, nada mal, pero pírrico para la parafernalia de tantas inversiones.

Luego tuvieron un bache de cinco derrotas de manera seguida, cayendo a 13-17. Los días 28 y 29 se produjeron las últimas dos victorias seguidas de los romanenses y en diciembre, en tres enfrentamientos, no han podido armar el susodicho Torolio.

Al momento los Toros presentan récord de 15-20, despidieron al dirigente Lino Rivera, sustituido por Mendy López jr. La gerencia espera una reacción cancelando a Rivera, obviamente es más fácil salir del manager que cesantear un plantel ofensivo ineficiente ( son últimos en anotadas con 147). Mendy tendrá a su cargo los 15 encuentros pendientes del calendario para los romanenses, ubicados en quinto puesto, a 3.0 juegos del cuarto lugar clasificatorio.

Las Águilas han sido una de las grandes decepciones del torneo 2023-24, salvo por el éxito de la Serie de los Titanes del Caribe en New York y el Juego de Leyendas montado el pasado domingo en el Estadio Cibao.

El cambio de dirigente (5-11 con Leger, 7-11 con Tony Peña) no ha surtido el efecto esperado, acumulando un pobre 12-22. Hombre por hombre su ofensiva se ve envidiable, sin embargo los resultados del bateo no van más allá de un penúltimo lugar en anotadas (151), ocupando el último puesto en diferencial de carreras (-55). Poseen la defensa más errática del torneo (51 errores), el peor récord en su hogar, El Valle de la Muerte (4-14) y rondan las 5.00 carreras limpias permitidas (4.94).

Con un calendario que se acorta con el pasar de los días, a los Toros y las Águilas, sobre todo los cibaeños, posicionados últimos, a 5.5 del cuarto lugar, se les ha oscurecido el panorama como a los hermanos Usher o cualquier narración del rey del terror Edgar Alan Poe.