presencia dominicana

El Gigante Gentil

Tony Piña Cámpora

Tony Piña Cámpora

De esa manera llamaban a Frank Howard en sus años como jugador activo en las ligas mayores. El apodo; por la combinación de su físico de 225 libras repartidas en seis pies y siete pulgadas de estatura, con su carácter bondadoso y de fina educación. Fallecido recientemente, su muerte enluta directamente al béisbol dominicano.

Refuerzo del Escogido en la campaña de 1959-60, defendió todo el trayecto la inicial siendo pieza clave de una de las maquinarias ofensivas más letales que se han conjugado en la historia nacional. Prospecto de los Dodgers, había ganado la distinción de Jugador del Año en liga menor ese verano jugando entre doble y triple A. Era la joya de la corona del futuro de la organización.

Ese invierno los rojos conformaron un equipo basado en jóvenes de la organización californiana, mezclados con veteranos y la crema y nata de los dominicanos de entonces. Los Leones habían ganado los tres torneos efectuados entre 1955 y 1958, perdiendo el de 1958-59 de sus archi rivales Tigres del Licey. Retornaron a la cima en ese 1959-60 estableciendo una marca de 39 triunfos. Howard contribuyó encabezando en jonrones, remolcadas y slugging.

El 17 de enero los Leones derrotaron a los Tigres, juego donde el inicialista rojo conectó uno de los cuadrangulares más largos de la historia, la bola sobrevoló los 411 de la valla central. El Escogido se coronó campeón al vencer a las Estrellas Orientales en la final en cinco de seis juegos efectuados.

A la siguiente campaña de grandes ligas fue colocado en el jardín derecho de los Dodgers con tan preciso acierto que obtuvo el galardón de Novato del Año. Por segunda temporada seguida un refuerzo de Lidom ganaba ese premio luego de participar en el circuito, el año anterior lo había alcanzado Willie McCovey.

Frank Howard tuvo una exitosa carrera en grandes ligas, en la considerada segunda época de la “Bola Muerta” tuvo un OPS+ de 142, o sea, su ofensiva estuvo un 42% por encima del promedio. No fue lo suficientemente perdurable para llegar a Cooperstown, pero sus resultados ofensivos estuvieron a la altura de cualquier otro de su época.