Mañana sábado, los años de sobresaliente producción de José Bautista para los Azulejos de Toronto serán reconocidos. Ese día será exaltado al “Nivel de Excelencia” de la franquicia, equivalente a su Salón de la Fama, donde se unirá a sus compatriotas George Bell y Tony Fernández, entre otras leyendas del conjunto.
Bautista ha sido, sin lugar a duda, uno de los jugadores más importantes de la franquicia canadiense. Llegó a Canadá a los 27 años luego de pasar por varios equipos sin lograr establecerse en MLB.
El arribo a Toronto se convirtió en una bendición para “Joey Bats”, ya que allí se convirtió en uno de los bateadores de poder más respetados del negocio, y fue clave para que el conjunto regresara a los playoffs en 2015 luego de una ausencia de 22 años.
Su épico cuadrangular contra el relevista Sam Dyson en el partido decisivo de la Serie Divisional frente a los Vigilantes de Texas es uno de los batazos más dramáticos del Siglo XXI, y uno de los momentos trascendentales de la franquicia de Toronto, que ya suma 46 años de historia.
Firmado por los Piratas de Pittsburgh en 2000, Bautista estuvo en las organizaciones de Pittsburgh, Baltimore, Tampa Bay, Kansas City, Mets y los Piratas nuevamente antes de ser adquirido por Toronto en 2008.
El estrellato finalmente llegó en 2010, cuando Bautista hizo ajustes en su swing y se destapó con una temporada de 54 cuadrangulares – récord vigente de la franquicia – 124 carreras remolcadas y OPS de .995.
En 2011, fue líder de la Liga Americana en jonrones (43), Slugging (.608), OPS (1.056), transferencias (132) y bases por bolas intencionales (24), terminando tercero en las votaciones para el premio de Jugador Más Valioso, detrás de Justin Verlander y Jacoby Ellsbury.
Entre 2010 y 2015, promedió 38 cuadrangulares, 97 carreras remolcadas y 96 boletos por estación, a pesar de perder 114 partidos por lesiones entre 2012 y 2013.
En 2015, se unió a Edwin Encarnación y Josh Donaldson para formar un temible trío que se combinó para conectar 120 cuadrangulares y remolcar 348 carreras, producción decisiva en el título divisional que terminó con la ausencia de los Blue Jays de series post-temporada y marcó el resurgir del béisbol en Toronto.
En resumen, el dominicano de 42 años tiene todos los méritos para recibir la importante distinción que se le hará mañana.