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Orioles sobrevuelan la cima de la Liga Americana y podrían tener un futuro todavía más brillante
Los Orioles de Baltimore tuvieron un formidable fin de semana.
Inició el viernes con la bienvenida al exmánager Buck Showalter, arrollando a sus Mets por 10-3. El novato Jordan Westburg conectó un jonrón de 424 pies, y el relevista Mike Baumann mejoró su marca de la temporada a 9-0. James McCann, cuyo salario es cubierto mayormente por los Mets, remolcó cinco carreras contra su exequipo.
El sábado, los Orioles homenajearon al equipo de 1983, celebrando los 40 años de aniversario de su último campeonato de la Serie Mundial. Derrotaron a los Mets por 7-3, propulsados por el poder de Gunnar Henderson, candidato al Novato del Año, y el veterano venezolano Anthony Santander. El prospecto Jackson Holliday mejoró su promedio ofensivo a .392 en Doble A.
El domingo, los Orioles pusieron al torpedero del día inaugural como jardinero central y blanquearon a los Mets por 2-0. El dominicano Félix Bautista llegó a los 30 salvamentos -- líder en la Liga Americana — y mejoró su efectividad a 0.85. Holliday volvió a conectar un jonrón. Joey Ortiz, otro cotizado prospecto, dio hits hits en Triple A para elevar a .354 su promedio.
Dos años después de perder 110 juegos, los Orioles repentinamente desbordan de talento en toda la organización. Comandan la competitiva División Este de la Liga Americana, con tres juegos de ventaja sobre los Rays de Tampa Bay, y cuentan con un núcleo joven en el roster de Grandes Ligas que incluye a Henderson, y al estelar receptor Adley Rutschman. También tienen ocho prospectos que aparecen entre los mejores 100 en el ranking MLB Pipeline, con Holliday como primero.
Baltimore asoma como un equipo con legítimas opciones de llegar lejos en la postemporada este año. Si ello no se cristaliza, tienen los recursos para ser aspirantes por largo tiempo tras haber perdido al menos 108 juegos en cada campaña no abreviada entre 2018 y 2021.
“Me siento muy contento con el lugar en el que está la organización ahora mismo, actualmente líderes en posiblemente la división más fuerte de todos los tiempos, y luego teniendo el sistema de prospectos número 1”, dijo recientemente el gerente general Mike Elias. “Pero, me queda claro que la temporada aun no termina, y tenemos mucho trabajo por hacer. No hemos ganado nada todavía”.
Elias asumió el cargo en la oficina principal de Baltimore previo a la temporada de 2019, siendo parte de una reconstrucción similar cuando trabajó con los Astros de Houston. Los Orioles no fueron competitivos en los siguientes tres años, pero Rutschman debutó en 2022 y mejoraron a 83-79. Ahora han dado otro gran paso.
Tanto perder les permitió apilar selecciones altas en el draft. Rutschman y Holliday fueron número 1. Los Orioles también acertaron en turnos más abajo, como Westburg en el 30mo en 2010 y Henderson en el 42do el año previo.
Elias adquirió a Kyle Bradish (actualmente sexto en efectividad de la Americana) en el canje por Dylan Bundy en 2019. El relevista cubano Yennier Cano llegó en el canje del año pasado por Jorge López. Cano fue seleccionado para el Juego de Estrellas el mes pasado.
Otras discretas transacciones han rendido dividendos. El infielder mexicano Ramón Urías fue colocado en la lista de transferibles en 2020 y ganó el Guante de Oro el año pasado. Ryan O’Hearn llegó procedente de Kansas City por efectivo esta temporada y cuenta con el OPS más alto de los Orioles en 2023, de .856.
Y jugadores que fueron adquiridos previo a la etapa de Lias — como los jardineros Austin Hays, Cedric Mullins y Santander — han aportado significativamente. El pitcher Grayson Rodríguez, 11mo en el draft de 2018, ha lucido promisoriamente tras debutar en las mayores.
Bautista — el gigante cerrador apodado “Montaña” — podría ser el relevista más dominante del momento, promediando dos ponches por inning. Baltimore le obtuvo con un contrato de ligas menores en 2016, seis años antes de llegar a las mayores.
Los Orioles han construido un equipo que podría causarle envidia a cualquier gerente. Es un equipo plagado de talento joven y de costo manejable, lo suficientemente bueno para competir ahora mismo, y con prospectos en reserva que podrían ser de gran ayuda prontamente.
La preocupación es que Baltimore se sature con muchos jugadores. Si el cuadro interior eventualmente queda con Holliday en el campocorto, Henderson en tercera y Westburg en segunda, Urías o Jorge Mateo se quedarían sin posición.
Mateo batea para .213 de momento, pero suma 60 robos desde el inicio de la pasada campaña. Los Orioles le pusieron a defender el central el domingo, aprovechando su superávit de infielder para cubrir las bajas que han golpeado a sus jardineros. Ortiz también puede desempeñarse en el medio del cuatro interior, lo cual acentúa la percepción de que Baltimore cuenta con demasiados peloteros jóvenes de posición en su sistema, pero sin muchos lanzadores.
También está el tema de la magra nómina del equipo. Si quisieran, los Orioles podrían añadir un par de estrellas con contratos caros y seguirían por debajo de los equipos que más gastan. ¿Estarían dispuestos a comprometer algo más de dinero para capitalizar esa oportunidad? ¿Podrán retener a Rutschman, Henderson y este grupo de jugadores por mucho tiempo?
Seguramente, Baltimore será un equipo que tendrá muchas miradas en el próximo invierno, pero antes los Orioles tienen grandes prioridades – tratar de asegurar un puesto en la postemporada y aferrarse por el banderín de su división.
Si todo ello ocurre, este joven equipo será la comidilla del béisbol en octubre.
“Me gusta ver que nuestros jugadores sean populares, que sus camisetas se vendan y la gente les siga”, comentó el mánager Brandon Hyde previo a un reciente juego que fue televisado a todo el país la noche de un domingo. “Creo que es fantástico para todos”.