El pasado jueves Félix Bautista realizó un relevo de 1.2 entradas ponchando a tres rivales salvando la victoria de los Orioles sobre los Azulejos. Con esos tres ponches alcanzó la cifra de 101 en la campaña. Es muy significativo que comenzando el mes de agosto un cerrador llegue a los cien ponches, pero si se agrega que esos 101 ponches hayan sido propinados a 199 bateadores aumenta la significación.
No abundan los relevistas de cien ponches en una campaña. El año pasado el único fue Edwin Díaz, aunque en el 2021 fueron cuatro: Raisel Iglesias, Craig Kimbrel, Paul Sewaki y Josh Harder. Díaz abanicó 118 de 235 que enfrentó, un 50.2%. Un apagafuego que domine manteniendo los bateadores en el plato tiene un valor agregado, en cualquier fase del juego surgen situaciones en las que un mánager aborrece que le pongan la bola en juego, en ellas este tipo de relevo posee mucho valor.
Ponchar cien bateadores por un relevista ocurrió por primera vez en 1947 cuando Joe Page de los Yankees abanicó a 114. La marca es de 181 y pertenece a Dick Radatz de los Medias Rojas en 1963. Estos números se refieren únicamente a los juegos en que el lanzador actúa en rol de relevo, no incluye si hace alguna salida como abridor. Las cantidades de Page y Radatz se lograron en una época en que los relevistas eran usados en muchos episodios. La marca Radatz la consiguió en 157.
La evolución del béisbol ha ido mejorando la calidad del juego y esto conduce a que al analizar la naturaleza de la hazaña se pondere volumen con porcentaje. De los relevistas que han ponchado cien o más en una campaña solo tres consiguieron la suma contra más de la mitad de los bateadores que enfrentaron. Craig Kimbrel en el 2012, Aroldis Chapman en el 2014 y Diaz el año pasado. Kimbrel dejó congelados en el plato a 116 de 231 y Chapman tiene el récord, 106 de 202 para un 52.5%. Esa limitada lista convierte la proeza en elitista. Si Bautista continúa como ha ido hasta ahora, será incluido en ella este año.