Béisbol

El dinero... no siempre compra la felicidad

Verlander es de los mejores lanzadores de esta generación.

horacio nolascoSan Francisco de Macorís

Tener grandes caudales económicos ayuda a comprar joyas, vehículos de alta gama...pero es lo más distante de la felicidad, sobre todo cuando se trata de equipos de Grandes Ligas.

Los Mets de New York, el conjunto con la más alta tasa de inversión en el mercado de la MLB (346 millones de dólares), son un vivo ejemplo de los acuerdos erróneos en esta temporada.

En el invierno los Mets ficharon vía agente libre o extendieron contratos al cerrador Edwin Diaz (102 millones por cinco años, estará fuera todo el 2023 tras lesionarse en el Clásico Mundial); Justin Verlander (dos años, 86 MM; record de 2-4 4.50); Brandon Nimo (ocho años, 162 MM; 278-7-32) o un Max Scherzer, firmado hace un año, que ganará 43 millones en 2023 y el mismo monto en 2024 (6-2 4.04 esta temporada).

Justin Verlander ha sido uno de los desaciertos financieros de los Mets en 2023 (ganará 43 millones durante el 2023)

Los Metropolitanos presentan registros de un equipo de segunda (34-39, penúltimos en el Este de la Liga Nacional), agregando a su calamidad un miserable decimosegundo lugar en promedio de bateo (.241) y efectividad (4.62) en la Liga Nacional.

A los neoyorquinos les acompañan una serie de novenas de cuello blanco que han fracasado en lo que va de campaña o su desempeño no ha sido tan rutilante como sus gastos. Los Yankees son segundos en nómina (277 millones), ocupando la tercera plaza del Este de la Americana (40-33), colocados en antepenúltimo lugar de su liga en OBP (.298) y decimosegundo en promedio (.231).

San Diego tiene la tercera paga más elevada (249 millones) del béisbol. Su marca (35-38) solo alcanza para un penúltimo puesto en el Oeste. Son segundos en ERA de la liga (.379), mas la flojera ofensiva los ubica penúltimos en bateo (.229), decimoprimero en anotadas (307) y antepenúltimos en slugging (.395), OPS (.713) y OBP (.318), con todo y alinear a Juan Soto, el líder de transferencias en las Mayores (66).

Los Filis ocupan el cuarto lugar en inversión de MLB, pero no pasan de un tercer puesto en el Este de la Nacional (38-35). Son décimos en anotadas, séptimos en ERA, en fin sus registros colectivos no ocupan un lugar importante en la liga.

Entre los equipos que superan la barrera de los 200 millones de dólares, solo Atlanta (203 MM), el mejor equipo de la Nacional los últimos cinco años, justifica tantos gastos. Tienen el mejor récord de la Liga (47-26) y han sido los amos absolutos de su división el último lustro.

Desarrollar prospectos y realizar ajustes adecuados en sus finanzas le han permitido a Tampa (antepenúltimo con 73MM), Baltimore (60 millones, penúltimo), Cincinnati (83 MM) o a Arizona (116 MM) darle una palmada en la espalda a los grandes y demostrarles que el dinero no siempre compra la felicidad.

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