Baloncesto
Jóvenes talentos hechos en Francia se convierten en jugadores de la NBA
En el medio de las conversaciones sobre el baloncesto en Francia, se encuentra Victor Wembanyama y su ascenso al estrellato de la NBA.
La popularidad del baloncesto sigue aumentando y podría dispararse durante los Juegos Olímpicos de París alrededor del equipo masculino francés. Más niños se están inscribiendo en equipos a medida que el país produce las mejores selecciones del draft de la NBA.
Francia ha producido jugadores de la NBA antes, siendo el más famoso el base Tony Parker, cuatro veces campeón de la NBA cuya camiseta número 9 fue retirada por los San Antonio Spurs. El pívot de los Minnesota Timberwolves, Rudy Gobert, fue el Jugador Defensivo del Año de la NBA de esta temporada.
El año pasado Wembanyama fue el número 1 del draft. Se espera que otros dos jóvenes franceses, Zaccharie Risacher y Alexandre Sarr, sean las primeras selecciones el miércoles. Incluso podrían ser el 1 y 2. Se proyecta que un tercero, Tidjane Salaün, sea seleccionado en la primera ronda.
Las jugadoras francesas aún no han tenido el mismo impacto en la WNBA, pero mantienen la tendencia al alza. En el draft de abril, dos jugadoras francesas fueron seleccionadas: Carla Leite (No. 9, Dallas) y Leila Lacan (No. 10, Connecticut).
Hay alrededor de 750.000 personas en clubes de baloncesto en Francia, casi 70.000 más que hace dos años y un aumento de 170.000 desde 2014.
Aprovechar el talento local tiene historia en lo que respecta al baloncesto.
El país se jacta de celebrar el primer partido de baloncesto registrado en Europa durante la década de 1890, pero la base de talentos se remonta a 1975, cuando el Instituto Nacional de Deporte, Experiencia y Rendimiento, con sede en París, conocido como INSEP, comenzó a entrenar a atletas de élite en varios deportes entre ellos, el baloncesto.
Parker pasó de ser la estrella en ascenso de INSEP a MVP de las Finales de la NBA en 2007.
El escolta de los Detroit Pistons, Evan Fournier, y los ex jugadores de la NBA Boris Diaw y Ronny Turiaf también pasaron por el INSEP, al igual que Salaün.
El INSEP cuenta con su propio equipo, que el mes pasado perdió la final juvenil de la Euroliga por un punto ante el Real Madrid.
Los jugadores se gradúan del INSEP y pueden comenzar a competir profesionalmente para los equipos franceses cuando aún son adolescentes.
Su modelo también ha ayudado a las academias de los clubes a desarrollar mejor a los jugadores jóvenes.
El club formativo de Wembanyama, el Nanterre con sede en París, lo cedió ocasionalmente al equipo del INSEP.
David Kahn, presidente del club de baloncesto de París y anteriormente presidente de los Timberwolves de la NBA está de acuerdo.
Kahn cree que la popularidad del baloncesto en Francia pronto podría rivalizar con el fútbol, una tarea difícil con jugadores como la superestrella Kylian Mbappé al frente de Les Bleus.
“Algunos niños que podrían haber crecido pensando en jugar fútbol ahora comienzan a pensar en el baloncesto”, dijo Kahn a la AP en las oficinas de su equipo. “Esto continuará año tras año con el baloncesto francés produciendo este tipo de talento”.
Los próximos Juegos de París brindarán una gran oportunidad para que los entusiastas del baloncesto francés ganen aún más fanáticos y futuros jugadores.
Francia perdió por poco la última final olímpica masculina, mientras que las mujeres se llevaron a casa el bronce en los Juegos de Tokio.
Ninguno de los dos equipos ha ganado una medalla de oro olímpica en baloncesto, pero con Wembanyama en el equipo masculino, las expectativas se disparan.
“Estos Juegos Olímpicos serán tendrán un efecto trampolín”, dijo Kahn. “Se dará una atención desmesurada a la selección francesa de baloncesto”.