VIVENCIAS
Normas y transparencias en el Deporte
En el ámbito deportivo, las decisiones basadas en reglamentos suelen suscitar discusiones intensas. Los fallos emitidos en el marco de cualquier competencia deben valorarse únicamente desde la óptica de su apego a las normativas previamente establecidas, evitando interpretaciones personales o influencias externas que desvirtúen su propósito.
El cumplimiento de las normas no se trata de preferencias, sino de garantizar justicia y orden en las actividades competitivas. La correcta aplicación de las reglas es una base fundamental para mantener la integridad y la credibilidad de cualquier sistema deportivo. Ante debates sobre decisiones particulares, es necesario observar si los reglamentos fueron claros y aplicados en su totalidad, considerando su rol como guías imparciales.
Resulta llamativo que en ciertos casos se elijan momentos específicos para criticar gestiones pasadas, lo que podría interpretarse como una falta de contenido relevante. Sin embargo, estas situaciones brindan la oportunidad de recordar que una gestión basada en el cumplimiento de la normativa es lo que fortalece la credibilidad, en contraste con los ataques infundados que a menudo se esgrimen para desvirtuar decisiones.
Además, cualquier discusión sobre estas decisiones debe centrarse en la normativa y sus posibles vacíos o áreas de mejora, evitando desviar el enfoque hacia elementos externos que no contribuyan al fortalecimiento institucional. Es importante subrayar que los argumentos en los asuntos conflictivos pierden toda credibilidad cuando recurren a ataques personales que carecen del más mínimo rigor.
La regulación en deportes competitivos no busca agradar, sino regular bajo criterios objetivos y predefinidos. Finalmente, estas situaciones son una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de revisar, actualizar y, si es necesario, fortalecer los reglamentos, asegurando que sean comprensibles y aplicables sin ambigüedad.
El diálogo debe enfocarse en cómo garantizar la transparencia y la coherencia en la toma de decisiones, preservando así la esencia del espíritu deportivo y su respeto por las normas.