Adrian Newey, la última inversión millonaria de Aston Martin en la Fórmula Uno
La llegada del ingeniero británico, que junto a Alonso llena de experiencia un equipo que hasta ahora no había estado acostumbrado a ganar
Un bicampeón del mundo como el español Fernando Alonso, un túnel de viento preparado para funcionar, una nueva fábrica ya estrenada y, ahora, la experiencia del ingeniero Adrian Newey, la última pieza de la millonaria inversión de Aston Martin en la Fórmula Uno.
La llegada del ingeniero británico, que junto a Alonso llena de experiencia un equipo que hasta ahora no había estado acostumbrado a ganar, supone el paso definitivo de la escudería para pelear por las victorias, una aseveración que se explica con el dato de victorias totales de Newey desde que llegó a la Fórmula 1 en 1986, pues sus equipos han ganado el 19,7 % de las carreras disputadas desde entonces, hace casi 40 años.
La del inglés es el último gran desembolso del canadiense Lawrence Stroll, que en 2020, y a través de la compañía Yew Tree Overseas Limited, se hizo con un 16,7 % de la escudería, invirtiendo unos 207 millones de euros, dando un salto de nivel al equipo que se confirmaría dos años después con una nueva ampliación de capital de 750 millones de euros, en los que también se dio entrada a al Fondo de Inversión Pública saudí.
Desde entonces, la hoja de ruta ha sido clara: querer un coche campeón, aunque Stroll, cuyo hijo es el compañero de Fernando Alonso en el equipo, ha sido siempre consciente de que este es un proyecto a largo plazo y por eso ha invertido desde el principio en nuevas infraestructuras para ello.
Por ello, Stroll invirtió unos 232 millones de euros en crear el Campus Aston Martin, en Silverstone (Reino Unido), la 'joya de la corona' de un equipo que ya ha acabado de construir la primera edificación y que está cerca de completar el segundo y el tercer edificio, que contienen el túnel de viento y que deben estar listos para fabricar el monoplaza de 2026, cuando la F1 cambia su reglamentación.
No obstante, este gran complejo, que incluye la factoría en la que se trabajará en los futuros monoplazas, también incluye un nuevo túnel de viento con el que trabajar y estudiar cada nueva pieza, otro desembolso más cuya inversión no ha salido a la luz, pero con resultados inmediatos, como los de McLaren, el equipo que más ha hecho progresar su coche y que estrenó esta misma temporada un nuevo túnel.
El director técnico de la escudería, Dan Fallows, incidió en que a ese nuevo túnel le acompañará también un nuevo simulador y aseguró que estas dos nuevas tecnologías "son enormes mejoras para Aston Martin, pues permiten hacer muchas más pruebas de la forma que queremos".
"Para un equipo con nuestras aspiraciones, es muy importante dotarnos de las herramientas adecuadas para poder pasar a la siguiente fase", recalcó Fallows hace un par de meses, cuando también comentó que el coche de 2026, que inaugura un nuevo reglamento, se diseñará por completo en el nuevo túnel de viento a partir de principios de 2025.
Y en ese momento, inicio de 2025, es en el que entra en acción el propio Newey. De 65 años y nacido en Colchester (Essex, Inglaterra), se graduó con todos los honores como ingeniero aeronáutico en la universidad de Southampton, aunque su carrera ha estado siempre vinculada a la F1, en la que ha diseñado 13 coches que han ganado el Mundial de pilotos y que han dado 12 títulos del Mundial de constructores.
No obstante, este será un dispendio más para la escudería de Lawrence Stroll, que ha firmado a Newey un contrato de cinco años por valor de unos 30 millones de libras anuales que incluyen bonus, variables y una participación en el accionariado de la compañía británica.
Sin embargo, con el cambio de legislación en 2026, la llegada de Newey y la experiencia de Alonso, Aston Martin espera mejorar los resultados de los cinco años en los que ha estado en Fórmula Uno, ya que la escudería británica no ha registrado ninguna victoria desde 2021, aunque en 2023 el asturiano ya logró ocho podios.
La multimillonaria inversión de Lawrence Stroll está en juego, aunque para él la llegada de Newey es "un chollo" financieramente: "Llevo 40 años en este negocio y puedo deciros que Newey ha sido un chollo. No es una inversión, es un accionista y un socio. Es el mejor socio que podemos tener, así que realmente no es nada caro teniendo en cuenta todo lo que Adrian aporta".