distinción
"Wao qué sorpresa; ¿Será esto verdad"?
Así reacciona Octavio Dotel tras enterarse de la noticia de que será un inmortal del Deporte Dominicano
Pocos meses después de su firma en 1993 una desgracia quebró tanto su corazón y las venas que casi da al traste con su futuro, pero Octavio Dotel logró levantarse y a base de fortaleza mental y entrega al juego, cosechó una carrera de 15 años en Grandes Ligas, la misma que en unos días le hará recibir el bautismo para ser inmortal del Deporte Dominicano.
El pasado lunes era de ajetreos, mas para Dotel, cabeza de proporcionar educación escolar y deportiva a varios cientos de niños, cuando la mañana casi se despedía y mientras guiaba su vehículo comenzó a observar su nombre en las redes, cuyos comentarios lo relacionaban con ser un futuro inmortal del deporte de su país.
De inmediato una combinación de sorpresa y felicidad se apoderó de él, hecho que un poco más tarde confirmó tras recibir la llamada de Dionisio Guzmán, presidente del Pabellón de la Fama.
“Wwaaoo, soy un inmortal del deporte dominicano”, fueron de las primeras palabras que exclamó, tras una conversación con Listín Diario en su oficina en el Colegio Sabiduría y Bienestar, entidad bilingüe que desde hace varias décadas funciona en un sector exclusivo de Santo Domingo y que cuenta con una matriculación de más de 600 estudiantes.
“De verdad que me sorprendió la llamada, sé que coloqué buenas estadísticas, pero me tomó por sorpresa, es algo que desde ya me estoy disfrutando y es lo mejor que me pueda haber ocurrido”, expuso el exlanzador, quien se retiró con 109 salvados y una magnífica proporción de 10.8 ponches por juego por cada 9 episodios.
“Para mi representa un orgullo y una gran satisfacción, el hecho de ser inmortal, que mi mama, mi esposa, hijos y demás familiares puedan percibir y disfrutar este gran reconocimiento conmigo”, expresó.
De hecho, la inmortalidad dominicana pudiera ser la única para el hoy expitcher de 50, esto debido a que su carrera se dividió en 13 equipos, segundo en la historia del juego, solo superado por Edwin Jackson (14). Rich Hill lo iguala con 13.
Este acontecimiento le sorprende, pues desde temprano sintió gran respeto por el juego, propiciador de mantener un ambiente agradable dentro del camerino. Esto sin contar el buen rol que desempeñó como cerrador y preparador.
Un respeto hacia su profesión, del cual agradece a su compatriota Moisés Alou, quien en una ocasión y tras una tardanza en el autobús en Houston, aún siendo novato, lo llamó a capítulo y le proporcionó algunos códigos que se debe cumplir con el objetivo de permanecer el mayor tiempo posible en el negocio.
Junto a esta doctrina, Dotel aprendió a no temerle a los grandes bates del juego, a algunos como Sammy Sosa le hizo abanicar 13 veces en 21 turnos, Derek Jeter, dueño de 3,465 hits, le bateó de 13-1, Ichiro Suzuki, quien se despidió con 3,089, se fue de 11-1 ante él, Barry Bonds de 8-3, un jonrón, Ken Griffey Jr de 12-3 con 5 abanicados, Miguel Cabrera de 13-3 con 8 ponches, el propio Moisés de 12-1 con tres abanicados. Ritchie Sexson de 17-1 con 7 ponches. Rafael Palmeiro de 7-0, Manny Ramírez de 8-0.
Momentos inolvidables
Dotel cita a tres, el primero siendo un novato con los Mets en un partido final en la Dominican Summer League, enfrentaba a los Marineros en el play de los Trinitarios, sector en que nació y donde Seattle entrenaba y por ende la mayoría de los fanáticos estaban a favor del equipo que orientaba el extinto Ramón de los Santos (Pintacora).
Dotel lanzó ocho sólidos episodios y le otorgó la victoria a su equipo. Otro fue la Serie Mundial del 2011 en que era relevista de los Cardenales. El tercero y el más preciado de todos fue ser miembro del equipo dominicano en el Clásico Mundial de Béisbol en el 2013. Fue parte de ese formidable grupo de relevistas.
Octavio fue un pitcher especial, quien inició su carrera como abridor, pero ya en su tercer año fue movido al relevo, en el 2002, consiguió 36 salvados para Astros y Atléticos, hoy ve como su carrera es recompensada con la inmortalidad en el Deporte Dominicano.