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VELOCIDAD

¿Tendría Verstappen el título de Fórmula Uno garantizado?

La tarea de Checo Pérez será más que titánica para dar caza al implacable Verstappen.

Saquen las carabinas, que un tirano parece asentarse en el palacio de asfalto. Max Verstappen hace dos años asaltó con pies de plomo la Fórmula Uno, y ahora su hegemonía pretende el tercer cetro consecutivo, mientras no se columbran rivales con arsenal necesario para destronarlo.

Verstappen marcha sin contratiempos en la campaña 2023, a pesar que tiene un coequipero con las capacidades necesarias para hacerlo saltar de palacio. Sergio –Checo- Pérez es el único con reales oportunidades de ajusticiar un piloto, cuyo desempeño rememora a las leyendas.

El equipo Red Bull puso en Verstappen y su compañero Pérez un coche (RB19) con todos los poderes para aplastar a las demás escuderías, entre las que sólo Aston Martin ha podido mostrar mucho potencial -no para este año- como serio aspirante al título de pilotos.

El neerlandés se ha comportado este curso igual de intratable que en 2022, y lo cierto que el tapatío pudiera tener algunas chances de pelear el magno trofeo actual, pero su peor error cometido como piloto F1 (cero puntos tras partir de último) llega en el momento menos indicado, cuando en Mónaco pudo haber cerrado la brecha.

Incipiente Mundial, pero…

El Mundial apenas lleva un tercio (6 de 23) de las carreras, contando la suspensión de Emilia Romaña, y pueden suceder tantos intangibles que ni siquiera los descartados de antemano han de ser borrados.

Sin embargo, el dominio de la austríaca rememora los tiempos de su archirrival Mercedes, gracias a lo cual su mega-estrella, Lewis Hamilton, impuso la mayor tiranía en décadas, y que sólo su compañero, Nico Rosberg, pudo vencerlo (2016). Similar a lo de Verstappen.

A diferencia de aquél en su mayor cresta, Verstappen (144 puntos) tiene abundantes rivales netos, pero acrecienta la distancia consistentemente, por cuanto ha comenzado a arredrar hasta a los más intrusos, incluyendo su némesis, el duro Checo.

Ambos se han repartido el pastel, con el nacido en Bélgica dominando (4-2) los GP´s, clarividencia de que Checo puede amargarle el año, demostrado con sus 33 puntos apenas semanas atrás en Gran Premio de Azerbaiyán, que le aconseja no celebrar por anticipado.

Checo, cuesta arriba

Si bien en la gran batalla existe un bicampeón, como Fernando Alonso (93), el pleito final será con Checo (105), ya que tiene el mismo monoplaza del monarca, acompañado de grandes condiciones, sólo que Verstappen exige más que dotes hercúleas para derrotarle.

La porfía es mayor que la librada por el escolta de Hamilton en Mercedes. Y Verstappen, de hecho, es ampliamente el piloto más completo de la parrilla, lo que asemeja la tarea de Checo en un pleito contra Goliat.

La única ocasión en treinta años que un escolta tan retrasado (28 puntos) pudo remontar al título fue en 2017, cuando Hamilton lo hizo contra Sebastian Vettel, luego de agotado el primer tercio de carreras.

Y Verstappen no comete errores, mucho menos aquellos que le cuesten totalidad de puntos, por cuanto Checo deberá sumar victorias consecutivas, sí o sí, a ver si el naciente dictador choca con situaciones inesperadas, sólo que Red Bull es, per se, una malísima noticia para el latinoamericano: tiene la máquina más infalible de la F1 en años.

El Gran Premio de España este domingo se plantea crucial para el mexicano, si quiere al menos hacer sombra al endemoniado compañero, precisamente en un trazado muy favorable para que se luzca aún más el implacable monarca.

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