Control, poder y dominio

La fórmula que mide el nivel de dominio de un lanzador en un juego, creada por Bill James, tiene un lógico sentido. Consiste en tomar la cifra de cincuenta como punto de equilibrio, un resultado debajo de esta indica un trabajo pobre, a ese número se le agrega un punto por cada out logrado, dos por cada episodio completado después del cuarto y uno más por cada ponche alcanzado.

Se reducen dos puntos por cada incogible permitido, cuatro por carrera limpia aceptada, dos si la anotación es sucia y uno por pase gratis. Un resultado entre 60-70 puntos se considera bueno, 70-80 muy bueno, 80-90 excelente y por encima de 90 súper excelente. Cien es un dominio magistral.

Es evidente que esa regla otorga especial importancia a conseguir los outs por la vía del ponche. Esto se entiende, cuando el lanzador alcanza a eliminar un rival por esa ruta minimiza la posibilidad que alcance una base, por eso ese out duplica su mérito.

Los lanzadores con esa habilidad poseen un valor agregado y en esta época se han incrementado más que nunca en la historia. Sobre todo, los que unen potencia con control; pues sigue siendo el dominio del plato lo fundamental para el éxito de un pitcher.

A mediados de los años cincuenta del siglo pasado emergió un zurdo de velocidad extraordinaria que nunca pudo controlar sus envíos. Se llamaba Steve Dalkowski y eso le impidió llegar a las ligas mayores. Estuvo nueve años en las menores y en 956 episodios consiguió ponchar 1,324 bateadores, algo extraordinario para la época, pero al mismo tiempo otorgó 1,236 pasaportes.

Según Cal Ripken padre, su velocidad podía alcanzar las 115 mph.

En la primera parte del siglo pasado era común que el lanzador ponchador careciera de control.

Bob Feller estableció marcas de ponches, fue líder de ese departamento en la Liga Americana siete veces, pero en otras cuatro encabezó en bases por bolas.

Sin dudas, los pitcher más dominantes de la historia pertenecen a esta generación. Entre los que han enfrentado más de diez mil bateadores sobresalen Pedro Martínez y Randy Johnson; activos: Mark Scherzer y Clayton Kershaw.