Los sliders hacen cuadritos la vida de bateadores en Grandes Ligas
Hemos tomado prestado el DeLorean DMC-12 del científico Doc Brown para realizar un viaje a través del tiempo.
Ahora estamos en 2008, donde los lanzadores de Grandes Ligas empiezan a darse cuenta sobre cómo un lanzamiento que utilizan en el 13.9 % solo puede ser bateado en promedio de .224 por la ofensiva.
Este recibe el nombre de slider, un pitcheo que tiene velocidad de 83.4 millas por hora de acuerdo a la media. Puede generar amplio movimiento horizontal hacia la mano del guante, mientras crea una amplia caída vertical en su forma tradicional.
Los lanzadores empiezan a reconocer lo beneficioso que puede ser el pitcheo observando los swings abanicados que logra producir, el indicador por excelencia del poder que posee un envío.
En la medida de los años la velocidad en la Gran Carpa aumenta para beneficio de los monticulistas, una tendencia que igual maximiza el daño que puede provocar un slider.
El viaje se adelantó hasta hoy.
Ahora estamos en el 2023. La pandemia del Covid-19 parece erradicada por completo, la inteligencia artificial preocupa el futuro de los trabajadores y, en el béisbol, vemos cosas tan locas como Emmanuel Clase lanzando un slider que tiene caída de 33.4 pulgadas con recorrido hacia su mano “enguantada”.
La espectacularidad no se nota hasta que evidenciamos la velocidad de 90.1 mph que genera el lanzamiento, mientras logra un brusco rompimiento a la altura de la élite.
Y esta combinación anormal ha provocado que los oponentes de Clase únicamente cosechen cinco extrabases frente al pitcheo citado en 120 enfrentamientos desde 2021.
La brecha descubierta hace más de una década no solo es aprovechada por el taponero dominicano de los Guardianes de Cleveland, también es usada por la mayoría dentro de la liga.
Los lanzadores están usando el slider en un tope histórico del 22.8 por ciento entre todos los envíos durante la actual contienda, en cuanto los bateadores continúan sin realizar los ajustes de rigor cuando su porcentaje al bate se reduce hasta .210.
Los pitchers han entendido al pie de la letra sobre cómo el uso de rompientes, especialmente los deslizadores, les otorga una superioridad agigantada para maniatar con todo antojo a la noble ofensiva.