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Venezuela combina a lanzadores talentosos con bates temibles al Clásico

El jardinero Ronald Acuña Jr. (derecha) corre frente a sus compañeros de la selección de Venezuela previo a un juego de exhibición contra los Mets de Nueva York.

Al encontrarse esta semana con toda la gama de talento que Venezuela tiene disponible para el Clásico Mundial de béisbol, el mánager Omár López salió el paso a los cuestionamientos sobre si le resultaba demasiado complejo armar una alineación.

“Me encantan los desafíos, es más, me aburro si no los tengo”, dijo López, actual coach de primera base con los Astros de Houston, los reinantes campeones de la Serie Mundia. “Ver la manera de poder armar el rompecabezas”.

Talento es lo que sobra en Venezuela.

López echó mano de su experiencia de 24 temporadas en esa organización, la mitad de ellas como coach en sus filiales, para conformar el “mejor equipo posible”, tomando decisiones difíciles a la hora de incluir a unos y dejar al margen a otros, pese a tener suficientes credenciales para integrar el roster venezolano.

José Altuve, Ronald Acuña Jr., Luis Arráez, Salvador Pérez, Andrés Giménez, Gleyber Torres y Eugenio Suárez y Anthony Santander destacan en la ofensiva. El histórico Miguel Cabrera, ganador de la Triple Corona al bate hace una década, aportará su liderazgo como al intentar culminar su carrera con un título mundial.

Abundan los abridores. Pablo López, Martín Pérez, Ranger Suárez, Eduardo Rodríguez, Luis García y Jesús Luzardo tiene rodaje en los mayores, y el plan venezolano apunta a que algunos tengan que hacer de relevistas. Hay que sortear las restricciones que imponen las organizaciones de las Grandes Ligas a los abridores y relevistas.

En la fase de grupos, la cifra máxima de lanzamiento es de 65 lanzamientos y al menos cuatro días de descanso, si hizo 50 o más pitcheos, lo que en el pasado se ha convertido en un dolor de cabeza para los mánager.

Los lanzadores venezolanos contarán con la presencia de tres receptores de larga trayectoria en las mayores, sobresalientes en la defensa y prestos para guiarlos en momentos apremiantes: Pérez (Reales), Omar Narváez (Mets) y el agente libre Robinson Chirinos.

Los bates y la defensa son quizás las mayores fortalezas de Venezuela. Además de Altuve y Acuña Jr, bujías en Houston y Atlanta, la novena venezolana contará con una ofensiva digna de respeto encabezada por Arráez, campeón bate vigente de la Liga Americana.

Cabrera, por lejos el pelotero venezolano más laureado de todos los tiempos, fungirá como capitán y designado. Suárez sumó 31 cuadrangulares y 87 impulsadas en la temporada pasada para los Marineros, mientras que Santander disparó 33 jonrones e impulsó 89 carreras con los Orioles.

En los jardines, además de Acuña (central) y Santander (derecho), Venezuela contará con David Peralta (izquierdo), bate de plata en el 2018 y ganador del Guante de Oro en la Liga Nacional en 2019.

La confianza de López en ellos es tal que consideró innecesario convocar a un cuarto guardabosques que en su parecer estaría condenado al banquillo.

En caso de ser necesario tendrá a su disposición jugadores como Luis Rengifo, con habilidad para defender todas posiciones del cuadro y los jardines.

“Tenemos un equipo balanceado. Tenemos poder, bateadores de contacto y corredores que pueden avanzar de alguna manera”, dijo López.

Venezuela — país sudamericano donde el béisbol y no el fútbol es el deporte número uno — es considerada una fuente importante de talento de primer nivel para las Grandes Ligas, pero eso no se ha traducido en un buen desempeño de la selección en el Clásico Mundial.

El mejor desempeño venezolano fue en la edición de 2009, con un tercer lugar. Se fueron temprano a casa en las otras tres. Luis Sojo le dirigió en los primeros tres torneos y Omar Vizquel en el anterior.

“Vamos a ganarle a Dominicana, Puerto Rico, Israel y Nicaragua”, proclamó un Cabrera muy entusiasta cuando empezó la pretemporada con los Tigres de Detroit e identificando a los cuatro rivales de la primera ronda. “Hay que ganar esos cuatros y luego seguir”.