El Deporte

MUJERES DE GRANDES LIGAS

Mecanismos

Carolina Cruz de MartínezSanto Domingo

Jugar al escondido no es algo que deberíamos hacer como adultos, pero lo hacemos. Es parte de nuestra naturaleza humana de supervivencia y manipulación, y así como cuando niños tratamos de que no nos descubran, como adultos el instinto sigue siendo el mismo.

Así como un lanzador utiliza sus manos para proyectar una ilusión con la pelota y ‘truquear’ al bateador, así mismo tratamos de ‘truquear’ a los demás, con el único detalle de que al final uno mismo se termina truqueando. Todo lo que uno siembra, eso mismo recibirá, y eso es una ley de la vida tan real como respirar.

Hay mecanismos de competencia que son efectivos en el terreno pero fuera de ello toman otro peso. En cada disciplina deportiva hay reglas claras, acompañadas de autoridades pertinentes que cuidan que cada participante compita de manera limpia, y no con trampa; aquellos que son detectados violando algún reglamento son sancionados. En la vida hay reglas que están en curso sin tomar pausa, sin cronómetro, con un Juez que ni descansa ni duerme y con una gran nube de testigos que están presentes aunque no tangibles.

En el juego es válido el “joseo,” pero en la vida ese mecanismo te hace manipular y engañar para alcanzar puestos; en el juego es válido estudiar al rival para atacar en sus áreas de vulnerabilidad, pero en la vida hacerlo así traerá que el mismo mal que uno retribuya se devuelva como boomerang; en el juego es válido mirar al enemigo para vencerlo y sacarlo del medio, pero en la vida hacerlo así generará destrucción y conflicto; en el juego es válido hacer uso de habilidad y astucia, pero en la vida hacerlo para manipular y engañar traerá lágrimas y gran pesar.

Los mecanismos de competencia en una cancha o terreno no deben ser extrapolados literal hacia la vida real. Cada uno de nosotros seremos examinados y a cada quien se le sacará tarjeta verde o roja dependiendo de los mecanismos que decidió utilizar. Usemos los mecanismos correctos del Manual para que ganemos el pase al más allá.

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” Proverbios 4:23 RVR1960