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La noche en la que el capitán Bonifacio lloró

Hoy con 37 años ha vuelto a ser campeón nacional. Capitán y campeón

El capitán azul, Emilio Bonifacio, cargado por sus compañeros mientras lloraba en la celebración por el campeonato 23 de los Tigres del Licey. GLAUCO MOQUETE/LD

El capitán azul, Emilio Bonifacio, cargado por sus compañeros mientras lloraba en la celebración por el campeonato 23 de los Tigres del Licey. GLAUCO MOQUETE/LD

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Carlos MoretaSanto Domingo, RD.

El capitán azul esperó por cinco años ese momento. Y cuando llegó solo una toalla pudo consolarlo.

Esa toalla blanca fue la principal acompañante de Emilio Bonifacio la noche del miércoles, quien a través de sus lágrimas dejó a entrever el sentimiento especial por haber estado presente en la corona número veintitrés de los Tigres del Licey en su paso por la Liga Dominicana.

La recién finalizada temporada fue una de altibajos para el capitán azul, empezando por una serie regular donde los fanáticos llegaron a pedir su cabeza, hasta lograr redimirse con la más importante actuación del Round Robin para guiar al equipo hasta la tierra prometida.

Los capitalinos finalmente acaban con la oscura racha de cinco campeonatos sin ganar una serie final, lapso que incluye dolorosas derrotas ante las Águilas Cibaeñas y los Toros del Este, así como una zafra para no recordar como fue el 2020, donde quedaron en el sótano de la tabla de posiciones.

Bonifacio estuvo presente en todos estos escenarios, por lo que pocos como él merecen tanto la copa obtenida. La espera fue larga y de muchas penas en el camino, pero más puede la felicidad de alcanzar finalmente lo que había sido un objetivo por tanto tiempo.

Round Robin para no olvidar

El lento desempeño del “capi” en la regular mantuvo cierta preocupación en la afición, luciendo indefenso en un tramo de 127 turnos oficiales en los cuales únicamente logró siete extrabases y la débil línea ofensiva de .228/.290/.331, con alternancias en su condición de primer bate y de noveno en el orden al palo.

El capitán azul viene de jugar 35 partidos en la vuelta regular, uno menos de los que registró el año anterior, que ha sido su mayor total de apariciones desde la temporada 2005-06, cuando se produjo su debut en la liga.

Todo esto cambiaría con un giro de 180 grados una vez inició la etapa del round robin, deleitando a todos con su veteranía que lo llevó a registrar un promedio de bateo de .303 y porcentaje de en base de .361, aunado a los valiosos 10 batazos de bases múltiples que conectó.

Esta demostración le valió la consideración como el MVP (Jugador Más Valioso) del Todos contra Todos, así como de principal protagonista para que los azules sellaran su boleto hasta la serie final... y como no, el amor de los fanáticos volvió a florecer a su alrededor.

Con su reciente consecución, Bonifacio ha estado presente en cuatro finales donde los Tigres lograron el título de Campeones Nacionales.

Pero para llegar a la noche del miércoles Bonifacio debió escuchar y leer hasta la saciedad la petición de que pusiera fin a su carrera. De que se alejara del equipo azul y se retirara del beisbol.

“Yo perdiendo jugaría un año más porque yo me considero un ganador. Y ganando hay un chance de que me vaya”, le dijo Bonifacio a Ricardo Rodríguez y Vian Araujo en una entrevista para Abriendo el Juego, publicado en YouTube hace un año.

Ese año de la entrevista los Tigres del Licey no ganaron. Se quedaron a medio camino en el todos contra todos, viendo como Estrellas de Oriente y Gigantes del Cibao pasaron a la Serie Final.

Hoy con 37 años ha vuelto a ser campeón nacional. Capitán y campeón.

Emilio Bonifacio en la celebración de los Tigres del Licey. VICTOR RAMIREZ/LD

Emilio Bonifacio en la celebración de los Tigres del Licey. VICTOR RAMIREZ/LD

Emilio Bonifacio en la celebración de los Tigres del Licey. VICTOR RAMIREZ/LD