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Béisbol

Preacuerdos: la interminable sombra del mercado internacional

El inicio del mercado de firmas internacionales es un día donde las sonrisas pueden hablar por sí solas, cuando el trabajo de años es recompensado de forma oficial y lo imaginado por largo tiempo se materializa. En la generalidad de los casos, esta solemne fecha cambia por completo el estatus financiero de una familia.

Sin embargo, esta jornada se trata más de formalidad que cualquier otra cosa, pues en la mayoría de las veces los acuerdos entre equipo-jugador se producen de forma verbal hasta con tres años de antelación, sombra que parece no tener una luz que la elimine.

Los pactos por palabra en una alta cantidad de ocasiones hacen que, los talentos terminen recibiendo una bonificación bastante baja de lo que sería su valor real, ya que las organizaciones se encargan de ocultarlos ante la competencia, logrando con esto ajustar su ofrecimiento.

Del mismo modo, aquellos peloteros que no lograron pactar antes de la apertura del mercado y cuya edad supera los 17 años se vuelven insignificantes, pues en caso de finalmente obtener un acuerdo sería por precio de “vaca muerta” o abandonar el camino del béisbol por “viejos”.

Este comportamiento parece cada día más normalizado de la cuenta, ocurriendo ante los ojos de todo mundo, aunque nadie parece hacerle una clara y contundente oposición.

Lo que debería sonar como una interioridad se vuelve algo tan ridículo que, los jugadores lucen sin miedo la indumentaria de sus franquicias mediante prácticas o conversatorios con la prensa, aún no “oficializado” lo que sería su contrato.

Los preacuerdos han alcanzado un punto tal que, los equipos luego intentan ofrecer una remuneración menor en comparación a la cifra inicial cerrada, lo que lleva a los peloteros y sus representantes a intentar demandas –caso de Fraidel Liriano y los Vigilantes de Texas-, aunque teniendo un amparo legal insuficiente.

El planeta será un lugar mucho más justo cuando el calendario marque el utópico día en el que se respete el inicio del mercado de firmas.