TRIPLE TEAM
El peor enemigo ataca de nuevo
Una vez más el baloncesto dominicano es atacado por su enemigo más rabioso, incómodo y al parecer imposible de eliminar: la violencia de los fanáticos.
Ahora toca el turno al torneo superior de Barahona en su serie final. Los incidentes mostrados a través de las redes sociales causan mucha preocupación por el nivel de irracionalidad de los ejecutantes.
No hay un año en que se puedan terminar en paz y orden todos los torneos provinciales. A final del año pasado, la final en San Cristóbal se vio empañada por el retiro del club Ciro Pérez que disputaba la corona con los laguneros.
Tanto en un caso como en el otro la forma en que han terminado afecta de manera directa no solo a los torneos envueltos si no también a los demás.
La imagen del baloncesto criollo se ve sensiblemente lacerado cuando se presentan este tipo de definición en sus torneos. Y el fenómeno sigue y se repite una y otra vez.
Tal vez es tiempo de que la Federación Dominicana de Baloncesto tome el toro por los cuernos.
El baloncesto no va a resolver el problema de la violencia intrínseca que azota a los dominicanos y que parece que nace con nosotros.
Pero por lo menos, la Fedombal y su presidente Rafael Uribe pueden contribuir a que estos lamentables episodios sean cada vez menos.
La aplicación de un régimen de consecuencia o un protocolo de seguridad único para todos los torneos provinciales podría ser una alternativa.
El compromiso debe ser de todos los actores que convergen en la puesta en cancha de estos certámenes que también sirven para que muchas personas no solo los jugadores, entrenadores, árbitros, cuerpo técnico, completen sus ingresos año por año.
Debe involucrar a las autoridades públicas de cada demarcación y también a las electas.
La prevención sería la primera opción. En dado caso de no ser suficiente pues, con mucho pesar, habría que pasar a acciones y resoluciones más severas incluyendo suspensiones y desafiliaciones cuando se trate de casos recurrentes y repetitivos.
Es un tema de tal magnitud que debería ser abordado en un congreso extraordinario de la Fedombal para extirpar de una vez y por todas esa Hidra de Lerna.