¿El fin de Yamaico Navarro?

Durante los últimos trece torneos efectuados de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM), el nombre de Yamaico Navarro se ha convertido en sinónimo de la élite de bateadores dentro del circuito, cargando en sus espaldas con un superlativo rendimiento que parece mermar en su curso actual.

Luego de agotar sus primeros 44 encuentros de la serie regular en la vigente campaña de la pelota invernal, Navarro ha sostenido un anímico rendimiento en la mayoría de sus apartados, ilustrado de forma general en un promedio de bateo de tan solo .190.

Esta muestra induce de forma automática a un sinnúmero de interrogantes sobre el veterano de 35 años de edad, específicamente sobre lo que podría estar siendo la llegada natural del bajo rendimiento en su carrera.

Para este artículo la página sobre estadísticas Béisbol 108 estuvo proveyendo datos sobre el pelotero de los Toros del Este, entre lo que destaca la velocidad de salida de tan solo 82.6 millas por horas entre las bolas bateadas del derecho en su temporada actual.

Esto podría revelar la razón detrás de la baja cantidad de conexiones de poca contundencia que colecciona Navarro en el torneo (solo tres extrabases), aunque por igual detalles como el descenso del poderío del swing del jugador, lo que podría estar siendo fatal en sus aspiraciones futuras.

Desde el otro lado de la acera, el dominicano mantiene una disciplina envidiable desde la caja de bateo, una buena causa por la que mantenerse de titular en una alineación, evidenciado su equilibrio de solo 30 ponches y 27 bases por bolas negociadas.

Lo último detallado no podría ser posible sin su selectividad desde el plato, evidenciando su tasa de swings abanicados de solo el 21 por ciento y un porcentaje de swings a pitcheos fuera de la zona de strikes de tan solo 15 por ciento, de acuerdo a lo proporcionado por Béisbol 108.

El descenso de los registros de golpe contra la pelota inducen a una problemática aguda, lo que evidentemente incide a su baja de números de poder, factores que de no corregirse podrían afilar los cuchillos que terminen con su carrera.

Como parte positiva, mantener una disciplina de élite desde la caja de bateo siembra la posibilidad de ver una regresión de su acostumbrada productividad, pero nada sucedería de no mejorar la explosividad e impacto de sus conexiones.