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Unos récords agridulces para Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo. Fuente: Archivo.

Cristiano Ronaldo. Fuente: Archivo.

En Catar, Cristiano Ronaldo sigue sumando récords y podría ser pronto el jugador con más internacionalidades de la historia del fútbol, ¿pero a quién le importa? Y es que Portugal avanza dejando a su estrella al margen.

Mientras sus compañeros festejaban con los aficionados su espectacular clasificación a cuartos de final del Mundial tras laminar a Suiza (6-1) el martes, Cristiano se fue rápidamente al vestuario.

"Jornada increíble para Portugal, con un resultado histórico en el mayor escenario del fútbol mundial. Exhibición de lujo de un equipo lleno de talento y juventud. Nuestra Seleçao se merece ser felicitada. ¡El sueño sigue vivo!¡Hasta el final!", escribió después en Instagram.

No hay razones para dudar de la sinceridad de su mensaje ni de su alegría, y ciertamente, un título mundial tras la corona europea de 2016 sería la guinda de su incomparable palmarés.

Pero es evidente que CR7 no tiene en Catar el lugar que se imaginaba. Tras un inicio sin brillo, en el que, sin embargo, se convirtió en el primer jugador de la historia en marcar al menos un gol en cinco Mundiales, fue brutalmente degradado el martes.

El récord a punto

En el inicio del encuentro, el elegido fue el joven Gonçalo Ramos, tres internacionalidades y 33 minutos de juego con la camiseta de Portugal. Ronaldo, con 194 internacionalidades, 118 goles con la Seleçao, cinco Balones de Oro y cinco Ligas de Campeones, se quedó en el banquillo.

No obstante, el resultado fue extraordinario. Sin Cristiano y con Ramos, Portugal jugó su mejor partido desde hace una eternidad y el joven delantero centro deslumbró con un triplete y una asistencia.

Suplente en el pitido inicial, algo que no le había pasado desde hace más de 15 años con Portugal, Cristiano jugó el último cuarto de hora, sin lograr marcar ese gol en fase de eliminación directa que sigue persiguiendo, 16 años después de su primera Copa del Mundo.

Esos 15 minutos disputados en el estadio de Lusail, donde vio que al menos las aclamaciones de los aficionados siguen intactas, cuentan como su 195ª selección.

Una nueva internacionalidad -en cuartos de final el sábado contra Marruecos - y Cristiano será el jugador con más partidos de selección de la historia del fútbol igualado con el kuwaití Bader al-Mutawa, que no ha dejado precisamente el mismo legado.

Uno entre muchos

Pero, si llega, este récord se contabilizará probablemente tras una nueva salida desde el banquillo, puesto que Cristiano ya no es imprescindible y paga el precio de las manifestaciones de ego menos aceptables en un jugador con un rendimiento ahora ordinario.

Fernando Santos había dado una primera pista el lunes al afirmar claramente que no le había gustado el comportamiento de su estrella cuando dejó el campo enfadado contra Corea del Sur.

El martes, tras el triunfo de su equipo contra Suiza, volvió a explicar que piensa "en este equipo como colectivo".

"Conozco a Cristiano desde que tenía 19 años y hemos desarrollado una sólida relación. El aspecto humano nunca ha sido malinterpretado. Soy seleccionador, es jugador, sabe qué hacer durante el partido. Para mí, es un jugador muy importante de la selección", declaró el seleccionador luso.

Un jugador muy importante, pero por primera vez desde hace más de diez años, uno entre muchos, como resumió el central Pepe, goleador a sus casi 40 años el martes y capitán en el inicio del encuentro, antes de pasar el brazalete a Cristiano.

"Fue una elección del entrenador y debemos respetar la decisión de nuestro técnico", dijo a la televisión pública portuguesa RTP.

"'Cris' sabe perfectamente y el entrenador se lo ha dicho muy claramente que aquí lo más importante es el 'nosotros'. Y es así...", concluyó Pepe.