El Deporte

ELECCIÓN

Ávila, Pepén y Rosario serán inmortales en La Romana

Héctor Julio Ávila es considerado una de las grandes estrellas del boxeo dominicano a nivel de selección nacional y exitoso pugilista en el campo profesional.

Con la elección de Héctor Julio Ávila, Alexis Pepén y Mario Rosario, el Salón de la Fama del Deporte Romanense concluyó la escogencia de los deportistas que serán exaltados en la Clase 2022.

El anuncio lo hizo el doctor José Reyes, presidente de la Galería de la Fama, durante un despacho de prensa en el que destacó la labor realizada por los miembros del Comité Permanente para seleccionar a los 12 deportistas, entre ex atletas y propulsores, que serán exaltados el domingo 4 de septiembre durante la gala que tendrá lugar en el auditorio de la Alianza Juvenil.

Ávila, una de las grandes estrellas del boxeo dominicano a nivel de selección nacional y exitoso pugilista en el campo profesional, junto con al ex basquetbolista Moisés Michel y el notable narrador, comentarista y juez de boxeo Juan Báez, figuran entre las principales figuras a ser exaltadas.

“Hemos concluido una difícil, pero feliz elección, debido a la cantidad de deportistas sometidos al escrutinio de los miembros del Comité Permanente”, explicó Reyes.

Héctor Ávila

El nativo del sector Savica (14 de julio de 1972) inició a muy temprana edad la práctica de un deporte que lo catapultó a la gloria, y a través del cual dio gloria a su país.

Formado por los entrenadores Gabriel Pérez y el inmortal del deporte provincial Víctor Pascual (ex seleccionador nacional), Héctor Julio comenzó a mostrar sus cualidades al ganar tres medallas de oro, dos platas y un bronce en torneos nacionales de categorías inferiores, entre 1983 y 1989.

En su corto paso por el boxeo de los Juegos Militares ganó dos medallas de oro y tres de bronce, así como tres títulos consecutivos (1991, 92 y 93) en la tradicional Copa Independencia de Boxeo, donde tradicionalmente han competido los mejores pugilistas de Centroamérica y el Caribe.

Conocido a nivel internacional como la “némesis” de los boxeadores cubanos por la facilidad con que lograba derrotarlos (tuvo foja de 210-1 ante los gladiadores de la Isla), Ávila realizó más de medio centenar de combates con la selección nacional, de los cuales ganó 42 con sólo ocho derrotas. A nivel general en el campo aficionado, hizo 254 peleas, ganó 224 y perdió 30.

El único cubano que pudo vencer a Ávila fue Waldermar Font, quien le ganó en una decisión muy cerrada por puntos (13-11) en el Campeonato Mundial de Tempere, Finlandia, en 1993.

Los cubanos a los que Héctor Julio dominó son Geovanny Sánchez, en el Mundial Juvenil de 1990, en Lima, Perú; en 1991 vence a Raúl Ramos en la Copa Sandino, en Managua, Nicaragua; ese mismo año derrota a Orlando Asencio en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, en Managua Nicaragua.

En este mismo 1991 en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, durante la Copa Independencia le gana a Joandy Reyes Spier, a quien se vuelve a enfrentar pero esta vez en Moca, y vuelve a salir vencedor.

En el año 1993 vence al cubano José Jorge, en Santiago de los Caballeros. Fue en el 1993 en Sancti Espíritus, Cuba, donde se efectuaba la edición de ese año del torneo internacional Giraldo Córdoba Cardín, que tuvo una actuación magistral.

Primeramente derrotó en una decisión muy cerrada por (22-21) al campeón mundial Waldermar Front, por la medalla de plata y en finales venció al subcampeón olímpico de Barcelona 92, Raúl González, por decisión muy abierta (27-5). Con esto se llevaba la medalla de oro del Córdoba Cardín, siendo la primera vez que un boxeador de América Latina ganaba un oro en el Córdoba Cardín.

Esto demuestra la grandeza de Héctor Julio Ávila. Un guerrero de primera línea que supo imponer su talento a través de todo el mundo y ubicarse como uno de los mejores boxeadores dominicanos de todos los tiempos.

Debutó en el boxeo profesional en 1994 y tuvo tan impresionante récord que de sus 47 victorias el 76% las ganó antes del límite. En total hizo 53 peleas, con 6 derrotas.

Alexis Pepén

En el año 1972 comienza a trabajar en el Hotel Casa de Campo, como auxiliar en las canchas de tenis (bolero) de La Terraza Tennis Club.

Comienza a practicar ese deporte y poco a poco con la ayuda de Juan Ríos y Emilio Vásquez, logra ser un gran campeón. En la categoría juvenil (18 años) logra ser campeón varias veces en sencillos y doble, y subcampeón internacional.

En 1981 sale a representar al país en los juveniles de Costa Rica, con la ayuda especial de Ríos, Vásquez y Rafael Moreno, quienes pusieron su confianza en él. Pepén obtiene una beca para jugar tenis en la Universidad Hampton Institute NCAA, División II De los Estados Unidos, ganando varios torneos colegiales.

Consiguió el AII American en dobles de la NCAA, División II.

Continúa su trayectoria representando el país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cuba 82 y luego forma parte de la selección nacional que nos representó en los Juegos Panamericanos de Venezuela.

Mario Rosario

Nace en La Romana el 2 de enero del año 1940 en el paraje Aletón, desde donde su familia se traslada al sector de Villa Pereyra y es allí que inicia su participación y desarrollo en el béisbol en la liga Melín y Reyna en el año 1963, destacándose en los torneos interbarriales de la época.

Rosario era un jardinero central de elegante estampa, buen fildeador, veloces piernas, con un poder descomunal como bateador zurdo.

Posteriormente accionando como jugador del equipo Spaguetis Ricos y debido a su desempeño exitoso, fue escogido por el famoso equipo Papagayo en calidad de refuerzo para un evento nacional en la capital, resultó tan impactante su participación que inmediatamente se inició un matrimonio deportivo con ese equipo, en el cual se convirtió en el bateador zurdo más productivo y temido por los lanzadores en una carrera de más de 10 años, en el plano local y también en torneos regionales y nacionales.