Los equipos nacionales

Resulta interesante que la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) haya decidido, a través de su programa de selecciones que dirigen Melvin López y Maíta Mercedes, si se quiere ampliar el abanico de oportunidades para los jugadores criollos que integren el equipo nacional.

Y es que no siempre se va a poder contar para los diferentes compromisos con los baloncestistas que se podrían catalogar como “premium”.

Estos son aquellos que por lo regular están reforzando en diferentes torneos del planeta -Puerto Rico, España, Argentina, México, etc.-

Pero también le sirve a los técnicos para evaluar a los muchachos que, por cuestión de edad, estatus o cualquier otra condición no pueden dar el salto hasta el seleccionado de mayores.

La prueba de los fogueos con las universidades de Estados Unidos es perfecta ya que casi siempre son equipos bien estructurados que juegan un baloncesto fundamental y con sistemas funcionales.

Además estos equipos podrían servir como base para las competencias que como los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Juegos Panamericanos ya han perdido cierto atractivo en la disciplina debido a que no clasifican para justas posteriores como servían hace unos años los segundos para los Juegos Olímpicos.

Los chicos también necesitan ese roce, ese choque, ese contacto con un baloncesto diferente al que están acostumbrados a jugar en el país y donde se les contrata como refuerzos con la exigencia de que cada noche tienen que anotar 30 puntos, halar 20 rebotes o repartir 10 asistencias como mínimo.

Al tener que desprenderse el protagonismo y enfrentar a un tipo o sistema de juego más organizado, de mayores fundamentos se ven en la obligación de utilizar otros recursos que van más allá de las habilidades físicas.

Lo ideal sería tener un grupo de estos jugadores en actividad todo el año, reducir un poco su actividad en los torneos superiores y que puedan atacar sus puntos débiles, trabajar en sus lagunas lo que al final les serviría para ser mejores baloncestistas, redundaría directamente en su desarrollo y en resultados más deseables como integrantes de la selección nacional.