PRESENCIA DOMINICANA
Nueva Generación
Con un OPS de .982 Juan Soto encabezaba en ese renglón la nueva generación de bateadores dominicanos en las Grandes Ligas al inicio de la actual campaña. Me refiero a los que han acumulado un mínimo de 1,500 apariciones al plato y comenzaron la campaña que está en proceso con menos de treinta años.
Aunque no cumple con las apariciones necesarias para entrar en esta consideración, no puedo dejar de señalar que Fernando Tatis, Jr. tiene ese porcentaje en .965 y solo ellos dos lo sostenían sobre los novecientos. Además, los 81 cuadrangulares disparados por el campo corto de los Padres han sido logrados en 1,175 apariciones al plato dándole un promedio de 6.9 por cada cien visitas, el más alto del grupo, dejando un poco atrás a Gary Sánchez que tenía al inicio de la campaña 138 en 2,194 visitas para 6.4%. Para que se tenga una idea de lo que esto significa, entre los dominicanos que han conectado por lo menos cuatrocientos jonrones en sus carreras, el mejor promedio lo tuvo Sammy Sosa con 6.2%. Sus 609 cuadrangulares fueron logrados en 9,896 apariciones.
En el tradicional promedio de bateo solo uno lo sustentaba sobre los .300 puntos el día inicial, Soto con .301. Tatis Jr. está en .292 y le siguen Vladimir Guerrero Jr (.288) y Ketel Marte (.284) En slugging; aunque nominal, Tatis Jr, es líder con .596, Soto .550, Guerrero Jr .517, Rafael Devers .509 y José Ramírez .501.
Ramírez enseña la mejor combinación de poder y velocidad, en 189 intentos de robo ha tenido éxito en 154 oportunidades para un promedio de 81.5%. Es el único con más de cien estafas.
Dentro de este contexto Tatis Jr. ha conseguido el hurto 52 veces en 65 tentativas para un 80% de éxito, una sólida demostración de su capacidad para contribuir con ambas habilidades, aunque esto solo representa beneficios si logra mantenerse sano.
Al final destaco la capacidad de Devers para hacer contacto. Se había ponchado 143 veces en 2,344 apariciones, una vez de cada quince, ampliamente el mejor del grupo, que unido a su demostrado poder le da una especial dimensión como bateador.