AVIACION
El Aeromodelismo causa furor y gana espacio en el país
Varios de los pilotos más destacados presentaron un espectáculo único de acrobacia y velocidad
Un nuevo furor del aeromodelismo en la Republica Dominicana se pudo ver en una gran exhibición presentada este pasado sábado 7, es la pista de aeromodelismo de Hobby Land a unos 20 kilómetros al norte de Santo Domingo, con aviones jets de reacción a radio control volados por los mejores pilotos del país, con aviones a escala de clase mundial.
Los pilotos mas destacados encabezados, por Anthony Pérez, Luis Everts, Donald Cot, Jowensky Polanco (Fafo) y el Ingeniero George Taule presentaron un espectáculo único de velocidad y acrobacias a menos de 200 pies de la tierra, que fue grabado y será transmitido esta semana en diferentes horarios por los canales 27 y 72 de RNN para la juventud aficionada a la aviación en el presente o en el futuro como carrera.
HOBBY LAND
Ubicada en una finca ganadera, propiedad de Grupo Alonzo, presidido por Fabio Alonzo, es quien cede el uso de los terrenos a la Asociación Dominicana de Aeromodelistas, quien encabezada por Marcos Vilorio, Axel Hache y Frank Troncoso, consiguen todo el apoyo de los equipos pesados de Hermanos Yarull, para la construcción de esta mini pista asfaltada de 1,247 pies de longitud.
Estas instalaciones se han convertido también en área de entrenamiento de pilotos de helicóptero, aficionados de paramotor, globos y ultraligeros.
Posteriormente Grupo Alonzo cede por igual el uso de sus terrenos para la construcción de la pista de GOKART oficial de la Republica Dominicana, y también para la pista para Motocross MX del caribe.
Las instalaciones cuentan también con una cancha de POLO, para los aficionados de este deporte.
HISTORIA DEL AEREOMODELISMO
El Aeromodelismo dominicano cuenta la historia, se inicio cuando un técnico de la gasolinera Esso , Jacinto Taule (Niní) comenzó hacer aeromodelos de vuelo libre, propulsado por motores de gomas retorcidos alrededor del año 45, luego le siguió el periodista Leonel Concha. Quien tallaba las hélices de madera a mano.
Realmente a principio de los 60 se comenzó a volar aviones rudimentarios de radio control de dos canales, hasta que el ing. George Taule , trajo un grupo de destacados aeromodelistas de Puerto Rico, con radios proporcionales que no existían en el país y presentaron una exhibición en la cancha de Polo al lado del Hotel El embajador que asistieron miles de espectadores especialmente niños y estudiantes.
Anteriormente en los 50 los empresarios azucareros Jane Vicini y su hermano Jusepi, trajeron el primer mini motor italiano, para aviones aeromodelos y la historia siguió, con la familia Taule encabezada por Don Niní y sus hijos George y Maxin, Pedro Pablo Bonilla de Rahintel, Waldo Pon, ingeniero en comunicaciones uno de los mas expertos, Franklin Polanco, el campeón de altura, Freddy Evert, Jacinto Peinado , Rafael Molina Morillo, Elio Paulino, José Antonio Najry, Simón Valdez, el mejor de lo constructores, el abogado Gustavo Vásquez y otros tantos que fueron los precursores del aeromodelismo en el país y en Santiago también surgió un notable y avanzado grupo de pilotos.
En los 60 en el parque de pelota de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Gabito Morey de la Ferretería Morey, establecio un campo de vuelo para aviones de líneas, que fue progresando hasta que ya en los 63 se mudo al Campo de Polo del Hotel el Embajadador. A Gabito una vez que se le estrello un avión de línea que le afecto, se fue tan rápido a su casa que dejo su niño abandonado a su hijo en una cochecito que permaneció solo hasta que llego a su casa y recordó al niño en el campo de vuelo.
A partir del 63 comenzaron a llegar los nuevos transmisores para volar aviones de radio control, los primeros los armaba Waldo Pon Hetkits norteamericanos y luego entro el mercado japonés con los Futabas de 4 canales, hoy en dia ya hay de 20 canales y 3 frecuencias digitales en 2.4 gigahers y 900 gigaherst digitales en frecuencias protegidas automáticas y con ancho de banda que imposibilitan las interferencias.
Los domingo en la tarde se convirtieron en visita obligada de la juventud de Santo Domingo, que senaba con volar, y hacerse piloto algún día, para emular el coraje que tuvieron los pilotos de una de las Fuerza Aérea mejor equipada de América Latina, la Fuerza Aérea Dominicana.
Los padres llevaban a sus hijos a los alrededores del campo de Polo del Embajador detrás de la verja ciclónica para ver los despegues aterrizajes y combates que se hacían en el aire de los pequeños aviones, casi a escala de los reales.