Robinson Canó, ¿se mira en el espejo de Albert Pujols?
El intermedista dominicano Robinson Canó llegaba al 2022 plagado de interrogantes a su alrededor tras cumplir su segunda suspensión por uso de sustancias para mejorar el rendimiento, con el deber acoplarse a nuevos roles.
Para Canó ya comienza a ser un reto el mantener una defensa de estrella desde la segunda base, algo natural en un jugador de 39 años de edad que cada día va perdiendo habilidades atléticas, sumado a coincidir con jugadores como Jeff McNiel dentro del roster de los New York Mets, quien se ha convertido en el camarero a tiempo completo del equipo.
Asimismo, la pérdida de velocidad en el swing del dominicano desde la caja de bateo, al igual que lo descifrable que empieza a ser al enfrentarse a pitcheos rompientes o el bajón en su producción de contactos óptimos, remiten a otro largo listado de retos para el nativo de San Pedro.
La gran garantía para Robinson Canó era su contrato garantizado por las campañas del 2022 y 2023, lo que de mostrar signos de mejoría en su juego haría que los Mets le abrieran la puerta de ser un jugador de todos los días… algo que no sucedió.
Canó tuvo 12 partidos disputados con al equipo de Queens al inicio de la zafra del 2022 con una actuación para el olvido, puesto que tras 41 turnos oficiales registró 8 hits (.195), con 11 ponches y dos bases por bolas.
Tras esta moribunda actividad por parte del dominicano, los Mets decidieron designar para asignación a Robinson, dejándole como dos opciones principales: 1) Que el jugador en un plazo de siete días desde que fue colocado en dicha lista sea canjeado a otro equipo; o 2) Que sea liberado y los Mets tomar la opción de compra de sus dos años restantes de contrato, dejando al pelotero la opción de ser agente libre e ir a otro conjunto por un contrato de salario mínimo.
Una situación parecida a la de Canó ocurrió durante la campaña del 2021 con Albert Pujols, quien en dicho año percibiría un salario de US$30 millones a pagar por los Angelinos de Anaheim, equipo que terminó dejando al pelotero en asignación y posteriormente dado en libertad, mientras la franquicia asumió el pago del pacto.
En dicha oportunidad, Pujols se convirtió en agente libre, mismo que luego conseguiría un acuerdo por el mínimo de $570,500 dólares, tras unirse a Los Ángeles Dodgers.
Pujols, que para entonces tenía 41 años, era un jugador que, sumado a su bajo desempeño, empezaba a ver disminuido su tiempo de juego frente al acenso de Jared Walsh como el primera base titular de los Angelinos, mientras que, la producción de “La Máquina” no se compensaba con su exuberante salario.
Este es el mismo espejo en el que se ve hoy Robinson Canó, jugador que además de una imagen manchada con suspensiones por uso de sustancias prohibidas, empieza a ver la debacle de su carrera, no compensando su salario en sus registros, por lo que para el equipo puede ser más rentable dar un “tarjetazo” comprando su contrato, abriendo su puesto en el roster de la organización a uno o varios jugadores que aseguren ser un poco más productivos.