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CON LOS CAMPEONES

Padres e hijos de RD en GL

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Mario Emilio GuerreroSanto Domingo

El pasado 7 de abril se produjo el debut del torpedero dominicano Jeremy Peña con los Astros de Houston aumentando a dieciséis el número de peloteros dominicanos que han visto a un hijo suyo igualar su proeza de jugar en las Grandes Ligas.

El padre de Jeremy es el antiguo intermedista Gerónimo Peña, quien entre 1990 y 1996 militó principalmente con los Cardenales de San Luis.

El listado de padres e hijos dominicanos que han jugado en las Ligas Mayores es el siguiente, atendiendo el orden en que los progenitores hicieron su debut:

1.-Osvaldo Virgil / Osvaldo Virgil Jr.,

2.-Felipe Alou / Moisés Alou,

3.-Julián Javier / Stanley Javier,

4.- Guayubín Olivo / Gilberto Rondón,

5.-Manuel Mota / José Mota y Andy Mota,

6.-Pedro Borbón / Pedro Borbón Jr.,

7.-Tony Peña / TJ Peña y Francisco Peña,

8.-José Canó / Robinson Canó,

9.-Gerónimo Peña / Jeremy Peña,

10.-Tony Eusebio / Julián Fernández,

11.- Bienvenido Figueroa / Cole Figueroa,

12.-Raúl Mondesí / Adalberto Mondesí,

13.-Vladimir Guerrero / Vladimir Guerrero Jr.,

14.-Fernando Hernández / Jonathan Hernández,

15.-Fernando Tatis / Fernando Tatis Jr.

16.-Luis García / Luis García Jr.

En el caso de Mota y de Peña la satisfacción les llegó por partida doble, pues dos de sus hijos emularon su hazaña.

Hasta ahora, en mi opinión, los combos más destacados de este exclusivo club son los Alou y los Javier.

Felipe Alou (1958-1974), un destacado outfielder e inicialista, jugó 17 temporadas en Grandes Ligas, registrando un promedio de por vida de .286. Luego de retirado, fue un prestigioso mánager, que dirigió a los desaparecidos Expos de Montreal (1992- 2001) y a los Gigantes de San Francisco (2003-06). Moisés Alou (1990-2008), jardinero y uno de los mejores bateadores derechos de su generación, finalizó su carrera con average de .303, con 6 participaciones en Juegos de Estrellas.

Julián Javier (1960-1972) brilló en la década de los años 60 del siglo pasado con los Cardenales, ganando reputación como uno de los mejores intermedistas defensivos de su tiempo y como bateador muy oportuno. En la Serie Mundial de 1967, en que los Cardenales vencieron a los Medias Rojas de Boston, bateó .360 y dos veces fue electo para el Juego de Estrellas. Su hijo Stanley fue un versátil jardinero y bateador ambidextro que dejó sus huellas en las Grandes Ligas como excelente jugador de rol durante 18 estaciones.