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A TIRO DE HIT

Una estatua para “Tom Terrific”

Tener una estatua en el área circundante de un estadio de Grandes Ligas en un honor que sólo unos cuantos han recibido. Vienen a la mente nuestro Juan Marichal, Willie Mays, Hank Aaron y otros que son parte de una lista de alrededor de 50 exjugadores.

Es innegable que Tom Seaver merecía la suya desde hace tiempo. Steve Cohen, propietario de los Mets de Nueva York, finalmente hizo justicia con el jugador más trascendental que ha tenido esa franquicia.

Fue Seaver quien comenzó a cambiar el curso de la historia de un equipo que había sido el hazmerreír de la industria por la ineptitud que mostró en el terreno luego de ingresar a la Liga Nacional como parte de la expansión de 1962.

En 1966 tuvieron la suerte de reclutar al joven prospecto Seaver, a pesar de que los Bravos de Atlanta lo habían escogido en el sorteo de novatos secundario en enero de ese año. Un tecnicismo provocó que William Eckert, comisionado de la época, declarara su escogencia irregular, abriendo las puertas para que los Mets obtuvieran los derechos del joven al ganar una lotería entre equipos interesados.

Seaver se estableció en MLB en 1967, cuando fue seleccionado Novato del Año de la Liga Nacional gracias a una temporada de 16 victorias y PCL de 2.76.

Al año siguiente, los Mets superaron por primera ocasión las 70 victorias y en 1969 cristalizaron una de las grandes sorpresas en la historia del béisbol al derrotar en cinco partidos a los super favoritos Orioles de Baltimore en la Serie Mundial.

Figura central del inesperado campeonato: Seaver, al ganar el Premio Cy Young con un desempeño de 25 victorias, PCL de 2.21, 208 ponches y 18 juegos completos.

Como a otros, le apodaron “La Franquicia”. Pocas veces el sobrenombre ha sido tan adecuado.

Disputas contractuales en los años del nacimiento de la agencia libre provocaron que fuera negociado a Cincinnati en 1977, en uno de los días más negros de la franquicia de Flushing.

Regresaría al equipo en 1983, pero lo cierto es que las relaciones sufrieron altas y bajas a lo largo de las últimas décadas. Lamentable que “Tom Terrific” no pudiera disfrutar en vida el honor que recibió el pasado fin de semana. Importante que los jerarcas de los Mets actuaron para enmendar un error histórico.