El Deporte

REPORTAJE

Los colores del Caribe mezclados con el béisbol en la serie

Los mexicanos, quienes con su proverbial alegría celebran hasta sus derrotas, han vuelto a darle un gran respaldo al representativo de su nación y un toque especial a la edición número 64 Serie del Caribe.

En la Serie del Caribe, que esta vez se celebra exitosamente en el país, predomina naturalmente el acento local en las graderías, pero es notable también el “cantaíto” de los aficionados mexicanos, venezolanos y puertorriqueños, así como en menor proporción el colombiano y panameño que están respaldando a sus equipos.

El colorido y la alegría que en cada fecha tiene el grand stand del Estadio Quisqueya Juan Marichal, le agregan un sabor especial a los partidos.

Entre los extranjeros, los venezolanos predominan dada la creciente comunidad que hay en el país y también los colores amarillo, azul y rojo de su vistosa bandera.

Sus bellas mujeres se han sumado a las dominicanas, mexicanas, boricuas y colombianas, sobre todo, para convertir en pasarelas los dos pasillos de esa área del viejo recinto del Ensanche La Fe, al igual que en los bleachers, lobby y en las en las afueras del mismo..

Los mexicanos, que en ese aspecto se llevan las palmas de cada edición del clásico caribeño, le ponen las pilas al evento con sus matracas, máscaras de los legendarios luchadores El Santo y Blue Demon y vestidos como El Chavo del Ocho.

“Hemos venido a ganar”, pronosticó José Manuel González, quien vino con un grupo de amigos de Culiacán no solo para apoyar a los Charros de Jalisco, sino a pasarla bien en Dominicana.

“Más allá del béisbol están las cervezas, ron y el desfile de mujeres dominicanas”, resaltó González, de 59 años, quien ayer luego del triunfo obtenido 1-0 ante Colombia en el primero de los tres partidos de la jornada dominical se fue con sus compañeros a disfrutar de la playa de Boca Chica, donde tenían contemplado “comernos un rico pescado y pollo frito”.

Las botellas de ron que despachan las cubeteras escasearon este domingo y no faltó quien exagerara la nota y acusara a los nacidos en la tierra de las rancheras y el picante de ser los culplables.

“Los mexicanos se lo bebieron to´. Son los que más consumen. Beben y beben y no se emborrachan ni se desaminan cuando pierden”, enfatizó Virgilio Fernández, distribuidor de las bebidas que se despachan en el parque. “Vamos a tener que

Gaby Colón, oriundo de Vega Alta, Puerto Rico, se conoce el país más que muchos dominicanos porque además de la Serie del Caribe, le atraen la belleza de muchos puntos de Quisqueya, al igual que la alegría y cervezas dominicanas.

“Tengo muchos años viniendo no sólo por la Serie del Caribe. Esta es mi segunda patria. A mí me encanta”, manifestó Colón, quien como parte del Ejército de Estados Unidos, del que hoy es asimilado, ha venido a jugar softbol y en jornadas clínicas.

“Yo me conozco a la República. He estado en Juan Dolio, San Pedro de Macorís, Samaná, Santiago, Barahona, Boca Chica y soy loco con una jumbo, ” destacó Colón, vestido con la chaqueta réplica de la chaqueta y gorra blanca azul y rojas de la representación boricua.

José –Cheo—Tovar y Alex Quintero, dos venezolanos que acudieron temprano al estadio para presenciar el encuentro contra Puerto Rico, no albergan dudas de que el cetro de campeón se lo llevarán los Navegantes de Magallanes, equipo que lo conquistó en 1970 como locales en Caracas y en 1979 en San Juan, Puerto Rico.

Venezuela no levanta el trofeo de campeón desde que los Tigres de Aragua lo ganaron en 2009 en México.

“Sabemos que los Gigantes de República Dominicana son un equipazo, con Marcell Ozuna y Robinson Canó, pues, pero esta serie es de nosotros. Ustedes son duros en béisbol, pero nosotros también”, proclamaron “Cheo” y Alex, quien acudieron con la gorra y la chaqueta vinotinto.