Presidente serbio denuncia "caza política" contra Djokovic; que ha sido "crucificado", según su padre
El presidente serbio subrayó que varios jugadores fueron autorizados a entrar en Australia en las mismas condiciones
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, denunció este jueves "una caza política" contra el tenista Novak Djokovic, cuyo visado fue cancelado por las autoridades australianas por los requisitos de entrada ante la pandemia del covid-19, mientras que el padre del jugador estimó que su hijo, como Jesús, ha sido "crucificado".
En Belgrado, centenares de personas se reunieron ante la convocatoria del padre de Novak Djokovic, Srdjan, para apoyar al número uno mundial, estrella en su país.
"Lo que no es juego limpio es la caza política (contra Djokovic), en la que participan todos, desde el primer ministro de Australia pretendiendo que las reglas son válidas para todos", afirmó Vucic a la prensa.
El presidente serbio subrayó que varios jugadores fueron autorizados a entrar en Australia en las mismas condiciones, al contrario que lo ocurrido con el número 1 serbio, que permanece retenido en un hotel a la espera de la resolución judicial de su caso.
Las autoridades serbias hacen "todo lo posible" para ayudar a Djokovic, precisando que Belgrado contactó en dos ocasiones con el embajador de Australia en Serbia y que la primera ministra, Ana Brnabic, va a hablar con un alto responsable australiano.
Belgrado pedirá a las autoridades australianas que permitan a Djokovic alojarse en la casa que había alquilado para el Abierto de Australia y no en el hotel donde se encuentra actualmente, que Vucic calificó de "infame".
"Creo que esta especie de encarnizamiento político sobre Novak va a continuar para que puedan probar algo. Cuando no puedes vencer a alguien entonces te dedicas a este tipo de cosas", añadió.
- Manifestación en Belgrado -
Australia canceló el jueves el visado de Djokovic, que llegó al aeropuerto de Melbourne sin los documentos necesarios para la entrada en el país, indicaron las aduanas australianas.
El número 1 mundial del tenis, que no ha ocultado su escepticismo respecto a las vacunas, había anunciado la obtención de una derogación médica para poder viajar a Australia, donde se disputa del 17 al 30 de enero el primer Grand Slam de la temporada, una cita que el propio Djokovic ha conquistado en nueve ocasiones.
En Belgrado, unos centenares de personas se reunieron, siguiendo la petición del padre de Novak, Srdjan Djokovic, que ante los manifestantes pidió "apoyo" a su hijo "sin violencia".
Numerosos manifestantes llevaban banderas serbias y también pancartas.
"Tienen miedo del mejor. Stop al coronafascismo", se leía en una de ellas.
"Cumplió todas las condiciones necesarias para su entrada y su participación en el torneo, que habría ganado seguro. Ya que se trata de Novak, el mejor jugador de tenis y deportista del mundo", había declarado el padre antes en una rueda de prensa.
"Jesús fue crucificado y sometido a muchas cosas, pero él (su hijo) ha resistido y está todavía entre nosotros. Novak también ha sido crucificado de la misma manera, el mejor deportista y hombre del mundo. Resistirá", estimó el padre de Djokovic.
Los habitantes de la capital tenían opiniones diversas sobre el periplo de Novak Djokovic.
"Ellos (los australianos) no dejan entrar a la gente de otro continente que lleve barro en los zapatos, y todavía menos alguien que no fue vacunado. No sé qué esperaba él (Novak Djokovic)", declaró a la AFP, Mihailo Kljajic, un empleado de seguridad, de 29 años.
Pero otros estaban escandalizados: "Es caótico, loco y de mal gusto", lamentó Branka Vuksanovic, una jubilada.