Fútbol de Catar apunta en serio con llegada de James a Al-Rayyan

La península árabe tiene otros motivos para celebrar, en su gran empeño de escalar el Everest tras recalar al renombrado James Rodríguez en Al-Rayyan, de la Qatar Stars League, hecho que de seguro reforzará los efectos del Mundial de Fútbol Catar 2022.

Catar, la nación más rica del mundo por habitante, y en su decidida búsqueda de crecimiento cimero, ha comenzado a mostrar otros colmillos en el concierto internacional del balompié. Su lujoso montaje de la magna justa y ahora con el inicio de una liga de mayores ribetes, manda un claro mensaje: “Allá vamos”.

James, uno de los fichajes más ruidosos en la historia del Real Madrid, a sus 30 años y tras sucesivas lesiones que le diezmaron un talento excepcional, ya es figura indiscutible en el terruño del Golfo Pérsico desde el Everton (Premier League), por tres temporadas con el club de la QSL.

James, ganador de la Bota de Oro en el Mundial Brasil 2014, busca relanzar su carrera aún a tiempo, y a la vez será de inconmensurable aporte para la liga catarí, conformada mayormente por el talento doméstico y jugadores de bajo perfil fuera. El colombiano sería desde ya bujía galáctica del fútbol en la península arábiga.

Las rebosantes arcas de petróleo y gasíferas permiten al emirato derramar recursos incontables al balompié, con gran protagonismo para su liga, que sin ser ni remotamente destacada aún en su región, puede pagar salarios de media prohibitivos para la mayoría clasificadas entre las mejores diez del mundo (MLS, MX, League 1, Holanda, Bélgica y Portugal).

Efecto dominó

El ingreso de este tipo de jugadores, también le da plus mediático al circuito, lo que repercute en mucho mayor fanaticada interna, pero igualmente inicia el seguimiento internacional. El acontecimiento arrastra sin desdén la llegada de otros jugadores con abolengo que ya no verían la QSL como “de baja categoría” a sus pretensiones, similares con las de James.

“Es una liga que va en crecimiento”, afirmó James, al tiempo de prometer que en Catar “van a ver un buen fútbol, es lo que quiero dar”, en un pacto que le garantiza 8 MM de euros (casi un millón mensual).

James refuerza con mucho el arribo que hiciera en 2020 Cazorla (Al Sadd) desde su enorme liderato en Villarreal (LaLiga), junto al aterrizaje de notables directores técnicos, como su entrenador, Laurent Blanc –ganó como jugador en Francia ´98. Son indestructibles eslabones de una política futbolera que piensa al alza en el glamurosa nación.

Porque Catar sabe que un Mundial doméstico debe estar acompañado de acciones encaminadas a producir talento propio, para coderse con los más grandes a futuro. La combinación de buenos exponentes internacionales, además de los DT´s contratados por los clubes de la QSL, serán soportes vitales para forjar un modelo de alto estándar cualitativo.

Si los cataríes sostienen ese esquema, en pocos años no sólo serán reyes absolutos en Asia, sino verdaderos dolores de cabeza para los gigantes terráqueos, tanto a nivel de clubes como en la selección de mayores. Y la hercúlea tarea se ha lanzado en el tren al Everest.