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Políticos tienen opiniones diferentes sobre vacuna para Abierto de Australia

Novak Djokovic posa con la copa de campeón del Abierto de Australia tras derrotar a Daniil Medvedev en la final, en Melbourne, Australia, el pasado 21 de febrero.

Los dimes y diretes sobre si los tenistas que no se han vacunado contra el COVID-19 deben participar en el Abierto de Australia a partir de enero se intensificaron el miércoles, cuando el primer ministro y un líder político estatal ventilaron sus discrepancias.

Entrevistado por la TV, el primer ministro Scott Morrison sugirió que los tenistas no vacunados podrían obtener exenciones para ingresar en el país, siempre y cuando pasaran dos semanas en cuarentena dentro de un hotel.

Pero Daniel Andrews, primer ministro del estado de Victoria, dijo a la prensa en Melbourne que no solicitará exenciones para jugadores no vacunados.

Victoria es el estado donde se ubica el Melbourne Park, sede del Abierto de Australia, y ha impuesto una política de vacunación obligatoria para los deportistas que compiten en las ligas nacionales. Durante meses, el gobierno de Andrews ha decretado confinamientos de los habitantes de Victoria.

En algunos casos, comienzan apenas a reabrirse las actividades después de que se han alcanzado altos índices de vacunación contra el COVID-19.

Las declaraciones emitidas el miércoles por Morrison, a fin de aclarar la postura del gobierno federal sobre la frontera internacional, llegan una semana después de que su ministro de inmigración sugirió que se impediría el ingreso a cualquier jugador no vacunado para el torneo del Grand Slam que se realizará del 17 al 30 de enero.

Morrison dijo a la televisión australiana que hay exenciones a las reglas de largo plazo para protección de las fronteras internacionales contra la pandemia para aquéllos que reúnan ciertas condiciones relacionadas con el ingreso de trabajadores con ciertas aptitudes o personas que generan un beneficio económico.

“Si hay una exención especial que se justifique por una razón económica, entonces esto es posible”, comentó. “Pero hay que seguir las reglas de salud en cada estado y cumplir una cuarentena de dos semanas para personas no vacunadas”, comentó Morrison a la cadena Nine de Australia.

Morrison añadió que la decisión final sobre la regulación del Abierto de Australia corresponde al estado de Victoria, que ha puesto un tope sobre el número de personas no vacunadas que pueden arribar.

Andrews respondió.

“Lo que quiero dejar muy claro es que el estado de Victoria no solicitará exención alguna para jugadores no vacunados”, dijo el gobernante estatal, citado por la Australian Associated Press. “No voy a pedir ni a requerir que se vacune la gente que se siente en la tribuna principal ni que la gente que trabaje en el evento esté vacunada si hay jugadores que no lo están” comentó.

También fustigó que el gobierno federal cambiara de criterio en una semana: “Han giro de 180 grados”.

Australia se dispone a reabrir sus fronteras internacionales por primera vez desde inicios de 2020, pero será un proceso gradual y estado por estado. Las personas plenamente vacunadas tendrán que afrontar menos restricciones en el país a diferencia de los que no lo han hecho.

Los tenistas que han recibido las dos dosis de COVID-19 podrán viajar a Australia desde el 1 de diciembre y, tras dar negativo en una prueba, no tendrán que hacer cuarentena.

Con el criterio de Morrison, los jugadores no vacunados tendrían que lidiar con las mismas restricciones que se aplicaron para el Abierto de Australia a inicios de año, incluyendo una cuarentena de 14 días en un hotel para todos vinieron del extranjero para participar en el torneo.

El cruce entre Morrison y Andrews siguió a la filtración de un correo electrónico de la WTA a su Consejo de Jugadoras, mencionando que los tenistas no vacunadas posiblemente recibirán visas pero que deberán cumplir dos semanas de aislamiento.

La comunicación añadió que la Federación Australiana de Tenis mantenía consultas sobre los detalles con el gobierno debido a que el estado de Victoria alcanzaría el 90% de vacunación de su población adulta.

La federación respondió diciendo que “somos optimistas de que podremos montar el Abierto de Australia con las condiciones más cercanas previo a la pandemia”.

El debate sobre los vacunas en el tenis ha sido constante desde el reinicio de las giras tras la paralización causada por la pandemia el año pasado.

Ciertos jugadores, entre ellos Novak Djokovic (nueve veces campeón en Melbourne), insisten que vacunarse debe ser una decisión personal. Otros, como Andy Murray, sostienen que debe ser obligatorio en beneficio de la mayoría.

En el reciente Abierto de Estados Unidos, que culminó el 12 de septiembre, los espectadores debieron mostrar certificación de haber recibido al menos una dosis de la vacuna para ir a los partidos. Los jugadores no debieron cumplir con el requisito.

Tanto el circuito masculino como el femenino recomiendan a todos los tenistas que se vacunan, pero no han tomado medidas para que sea obligatorio.

Morrison dijo que Australia necesita tener cierta flexibilidad para poder organizar eventos internacionales de envergadura.

“Vamos a tener una de las mejores tasas de vacunación en el mundo ... las tasas más bajas de muertes por el COVID en el mundo y una de las economías del mundo saliendo del COVID”, dijo. “Queremos tener grandes eventos en este país. Queremos mostrarle al mundo que estamos abiertos, y que lo hemos superado”.