Béisbol

JUDICIAL

Prospecto demanda a Rangers y MLB por US $ 250 millones

Fraidel Adriel Liriano Trinidad junto al abogado Jonathan Peralta y otras personas durante la rueda de prensa donde se anunció la demanda.

Una demanda por 250 millones de dólares en ejecución de contrato y reparación de daños y perjuicios fue interpuesta por el jugador Fraidel Adriel Liriano Trinidad a través de su abogado Jonathan Peralta en contra del equipo profesional de béisbol de los Estados Unidos los Rangers de Texas en República Dominicana y la Major League Baseball (MLB).

Liriano Trinidad busca justicia. Según se explica en la demanda interpuesta por ante la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, el incumplimiento de contrato de los Rangers de Texas, de fichar a los dieciséis años con otros equipos, debe ser resarcido por los daños psicológicos y por concepto de lucro cesante y daños emergentes.

Según el abogado apoderado de la demanda, Peralta, desde los 12 años el hoy joven adulto Liriano Trinidad está bajo el cuidado y asesoramiento del entrenador Francisco Javier Rodríguez, quien lo preparó física y mentalmente para que obtenga un contrato en Grandes Ligas con un equipo de béisbol profesional y durante su crecimiento y entrenamiento presentó al jugador a diferentes equipos profesionales de la Major League Baseball, llegando a un acuerdo con los Ranger Texas, quienes ofrecieron un millón 500 mil dólares por él, como promesa de contrato de fichaje.

El jurista explicó que esa suma de dinero sería pagada el 2 de julio del 2020, pero que la pandemia del Covid-19 interrumpió el proceso, por lo que, ante ese inesperado escenario, los equipos movilizaron la fecha de pago para enero de 2021, acogiéndose a la extensión permitida por la MLB de seis meses para firmar oficialmente y pagar los bonos de firma, de la cual no estaban excluidos los Rangers de Texas.

Sostuvo que todos los equipos honraron las firmas acorde al plazo dado por la MLB, pero que la ejecución de contrato no fue cumplida con Fraidel Adriel, por una decisión unilateral de los Rangers, sin explicación del incumplimiento.

Peralta atribuye el motivo de esa actuación a que el jugador es de procedencia latina, dominicano, pobre y de raza negra y que debido a estas características el equipo demandado esperaba que el demandante sumisamente aceptara cualquier propuesta, lo que a juicio del jurista constituye una discriminación racial evidente.

“Es un hecho incuestionable que los Rangers le han producido daños materiales, psicológicos y morales al joven Fraidel Adriel Liriano Trinidad, pero sobre todo en cuanto a la dignidad humana, pues saber que otros equipos estaban interesados en él por sus habilidades, y que ahora sea víctima de atropello por parte de un equipo racista, discriminatorio y xenófobo, que prefirió dañarle su proyecto de vida e imponer la ley del silencio, el miedo y la fuerza, por lo que existe una obligación legal de resarcir esos daños”, dijo.

Los demás equipos se abstienen, como regla no escrita, de ofertar un contrato a cualquier jugador en estas condiciones, por lo que el incumplimiento acaba con toda esperanza de la familia que invirtió tiempo, sus ahorros, tomó préstamos que hoy le son imposibles de pagar.

Abuso de poder

“Ante el incumplimiento probado de las obligaciones contractuales contraídas por el equipo con el joven Fraidel Adriel, Texas decidió renegociar el acuerdo que habían suscrito, derivando en un contrato verbal, como una forma de querer subsanar la falla, ofertaron modificar el precio del contrato acordado, con la suma de 750 mil dólares, algo que calificamos como una propuesta carente de seriedad, ya que la suma resulta de imposible cumplimiento ya que el equipo agotó todos los fondos que la del MLB les permite gastar en fichajes de jugadores por año”, dijo Peralta.

Asimismo, dejó claro que en el caso de la especie existe una clara convención formada entre el jugador y los Rangers, que es oponible a la MLB como ente regulador de esa liga o deporte de alto nivel, por lo que la existencia de un convenio-contrato en cuya virtud una o más personas se obligan respecto de una o de varias otras a dar, hacer o no hacer alguna cosa de conformidad con lo establece el artículo 1101 del Código Civil Dominicano.

“Es de conocimiento general de todos los entrenadores de este deporte en la República Dominicana, de la MLB, así como de los restantes equipos de Grandes Ligas, que estos que no ofertan o hacen proposiciones para este jugador por estar fuera del mercado desde el momento en que cierran negociaciones y se formaliza la convención contrato entre jugador-equipo, donde se fija el precio del fichaje, las condiciones del equipo y se programa la rueda de prensa correspondiente en la que se entrega la camiseta, la gorra y distintivos del equipo contratante al jugador, así como el bono de firma y la suscripción del acuerdo material de lo contenido y contratado previamente de manera verbal”, dijo el abogado.

También destacó que no se puede alegar que no existe un contrato escrito, ya que conforme establece la MLB, el contrato material o escrito se efectúa, formaliza y suscribe entre todos los equipos y los jugadores amateurs dominicanos en bloque en la fecha conocida como “julio 2” de cada año.

La industria del silencio

Ante el daño irreparable que han sufrido miles de prospectos y la inacción del Estado dominicano, surgió la idea de realizar el documental “La Industria del Silencio”, un audiovisual que revela como un “trato apalabriado” rige la vida de los jugadores de béisbol y como el incumplimiento de estos acuerdos queda sin consecuencias para los infractores, pero sí con numerosas secuelas psicológicas y daños económicos en las víctimas del sistema.

Se trata de una acción discriminatoria, pues según el abogado Peralta, ese trato no se le prodiga a los jugadores de raza blanca, ni asiática, solo a los latinos y muy particularmente a los dominicanos, que siendo niños, desde los 14 años se les exige el rendimiento de hombres para ser fichados, mientras que jugadores norteamericanos son fichados cuando terminan la universidad, de 20 años en adelante.