PRESENCIA DOMINICANA
Élite de eficiencia
En la recién finalizada campaña de grandes ligas apenas cuatro lanzadores completaron más de doscientos episodios y de ellos únicamente dos mantuvieron su Promedio de Carreras Limpias en menos 3.00; Walker Buehler de los Dodgers y Zack Wheeler de los Filis. Este fue líder en episodios con 213.1 logrando PCL de 2.77 y Buehler concluyó 207.2 capítulos con porcentaje de 2.47.
La forma como se está jugando el béisbol y el modo de manejar el pitcheo han provocado una significativa disminución de lanzadores que logren combinar en los renglones señalados las cifras indicadas. Debido lo atípica que fue la campaña del año pasado no aplica para este tema, pero en 2019 cuatro lanzadores consiguieron la dupla. Gerrit Cole, Justin Verlander de los Astros, Jacob deGroom con los Mets y Zack Greinke trabajando con Diamondback y Astros. Cole con PCL de 2.50, trabajó en 212.1 entradas y Verlander encabezó en este último renglón con 223.0 consiguiendo conservar su PCL en 2.58. deGrom lo mantuvo en 2.43 y Greinke en 2.93.
Lejana está la época en que los Bravos alcanzaron en dos campañas consecutivas un trío de serpentineros con esos resultados. En 1996 Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz protagonizaron la proeza y en 1997 Denny Neagle sustituyó a Smoltz en la terna. Ese año Smoltz tuvo un PCL de 3.02 en 256.0 entradas, lo que quiere decir que estuvieron a punto de lograr una cuarteta de lanzadores con esos parámetros de eficiencia. Ellos completaron en la señalada campaña 962 episodios con un PCL de 2.80, iniciando 135 de los 162 juegos del equipo.
Evidentemente eficaz fue el trabajo realizado por los entrenadores encabezados por su manager Bobby Cox y el coach de pitcheo Leo Mazzone, manteniendo esos brazos saludables durante la extensa campaña.
El último equipo que consiguió un trío de lanzadores combinando cada uno un mínimo de doscientas entradas con PCL de menos de 3.00 fue la edición de 2005 de los Astros, ubicados entonces en la liga Nacional: Roger Clemens (1.87/211.1), Andy Pettite (2.29/222.1) y Roy Oswalt (2.94/241.2) obraron como artífices de la hazaña. Phil Garner era el dirigente y Jim Hackey coach de pitcheo.