Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

CON LOS CAMPEONES

Virgil rememora sus inicios

Avatar del Listín Diario
Mario Emilio GuerreroSanto Domingo

Yo fui firmado en el verano de1952, pero debuté en las ligas menores al año siguiente.

Mi ascenso fue bastante rápido por el sistema de sucursales de los Gigantes. En esa época los niveles que existían en las ligas menores eran clase D, C, B, A, AA y AAA. Comencé jugando en clase C y luego fui a clase D, AA y AAA, hasta que trascurridos 3 años y 5 meses desde mi debut como profesional, los Gigantes me subieron a las Grandes Ligas para jugar los últimos partidos de la temporada de 1956. En mis primeros años me desempeñé principalmente como antesalista regular en los equipos en que milité, aunque también jugué en otras posiciones ocasionalmente y aprendí a actuar en la receptoría. Trabajé muy duro en los circuitos minoritarios y pude progresar cada día, tanto ofensiva como defensivamente, registrando mejores números en cada temporada. Algo que me ayudó a mejorar fue mi participación en la liga invernal puertorriqueña, a donde fui porque los dominicanos no podíamos jugar en nuestro país, ya que los torneos se celebraban en los meses de verano.

En las primeras dos temporadas con Mayagüez estuve en roster, pero casi no vi acción porque el circuito boricua era muy fuerte, de un nivel AAA. Pero ya en la campaña 1954-55, jugué todos los días y tuve una buena actuación. No tengo dudas de que mi paso por Puerto Rico fue determinante en mi desarrollo como pelotero. En el invierno de 1955-56, cuando en República Dominicana se comenzó a celebrar el torneo de béisbol en el invierno, jugué con los Leones del Escogido, pero mi labor en esa primera incursión en el circuito quisqueyano fue muy breve. En la campaña siguiente puede establecerme y jugar regular con el conjunto escarlata hasta que me retiré del béisbol dominicano en la estación 1959-60 para regresar a Puerto Rico. Con relación a ser firmado y poder jugar en los Estados Unidos, me sentía dichoso de recibir esa oportunidad y estaba agradecido. Los inicios siempre son difíciles y esos primeros años en las ligas menores lo fueron. Recuerdo los viajes extenuantes en autobús, el intenso frío de los primeros meses de la temporada y la discriminación racial que sufrimos por no ser blancos. (Tomado del libro Yo, Virgil, Mi Historia, que será puesto en circulación el próximo martes en el auditorio del Pabellón de la Fama).