Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

BÉISBOL

Nelson Cruz y su caso para ir a Cooperstown

Nelson Cruz todavía se mantiene como un gran productor en términos de cuadrangulares y carreras remolcadas.

Nelson Cruz todavía se mantiene como un gran productor en términos de cuadrangulares y carreras remolcadas.

“A David lo de David… ¿y a Nelson?, como si tal paráfrasis de la cita enclavada en el Libro Sagrado, acá parecería erigirse una asertiva estatua a dos portentosos peloteros dominicanos que de alguna manera habrían transitado senderos paralelos. Y es que con el “final” que muestra el consistente toletero Nelson Cruz, tras una carrera que pocos quizás esperaron que tuviera, encaminándose a dígitos que de seguro marcan gran distancia con relación al promedio de los que tuvieron una dilatada estadía en las Grandes Ligas. El fornido patrullero ha terminado su decimoséptima temporada con una actuación más que buena, aún a sus cuatro décadas de vida; incluso, dejando a su paso la estela de que “ahora está mejor que nunca”. La mayor demostración sucedió en semanas atrás, con su paso desde los Mellizos de Minnesota a Rays de Tampa, para consolidar a este cimero equipo. Cruz, no sólo ha sobresalido con el garrote en todo momento, sino que defiende igualmente como los mejores guardabosques derechos –su posición nata-, con una escopeta, gran velocidad y precisión en sus cacerías y mayor seguridad con el guante. Un consagrado patrullero a pesar de su consuetudinaria corpulencia.

Números que hablan Cruz, quien termina el año con 32 jonrones y 86 vueltas remolcadas, ha pegado en su carrera 449 tetrabases (39 por cada 162 partidos), con .277 de bateo y un slugging (bases alcanzadas con sus batazos) en .527, además de promediar 107 vueltas al plato en temporadas completas, dígitos en los que suma 1,238 totales. Al menos puede concluir con 1400 empujadas. El rompecercas no tendrá problemas para volver a conseguir trabajo titular en lo que sería su campaña 18va. el curso 2022 y por lo visto, tampoco se ve un retiro obligado más allá de dicha estación, lo que le permitirá primero colocarse “a tiro de hit” de los 500 jonrones y luego arribar a la cifra redonda, ¡palabras mayores! Si bien todavía no amasa dos mil hits (1908), como van las cosas de seguro lo superará… y con creces, además rozaría los 400 dobletes, cifra que igualmente agregaría un aderezo en su carrera. ¿Le alcanzaría su potencial número final de remolcadas? Con toda seguridad, dado su plus como jugador defensivo. Cruz juega los playoffs este año, y en sus anteriores presentaciones (11 series) tuvo barraje de 1019 en OPS y .659 en slugging, con 17 cuadrangulares y decente .288 en bateo. El nativo de Montecristi tiene en sus vitrinas cuatro bates de plata y siete convocatorias al Partido de Estrellas, incluyendo este año.

¿Comparable a David? Aunque el retirado David Ortiz sólo espera cumplir los cinco años para su candidatura al Salón de los inmortales de Cooperstown (2022), y el “hecho consumado” de elección –inmediata o más adelante, con diez oportunidades para lograrlo-, su desempeño pudiera ser muy comparable con Cruz. En algunas estadísticas claves, el “liniero” lleva cierto paralelismo, con quien fuera llamado Big Papi, entiéndase en slugging (.552), jonrones por años completos (36), bateo (.286) e imparables (166-165), con el recio bateador zurdo superándolo con buenos márgenes en los aspectos WAR, dobles y OBP (porcentaje de embasarse). Ortiz jugó en dieciocho series, en las que conectó 17 HR´s –mismo que Cruz-, pero muy por debajo de éste en OPS y slugging. Pero, sobre todo, cuando el activo se mide con el ya retirado, no existe punto comparativo, ya que Cruz ha jugado 52 por ciento de sus partidos como jugador en defensa, mientras el gran David apenas lo hizo en un 22 por ciento, también sabiendo que aquél lo hacía en una posición demasiado exigente. Y tal factor, en ningún caso, se puede menoscabar. Entonces, si el montecristeño logra el redondeo de algunos dígitos en los cuales merodea dicha meta, no luce nada descabellado que pueda ser exaltado al término de su carrera, virtualmente en múltiples campañas posteriores. Y, si tenemos que dar “al César lo del César…”, también el hecho resaltante de que tanto David como Nelson en el pináculo de sus carreras se parecieron al vino: “mientras más viejo, mejor”, elemento importante para impresionar, y si el Big Papi tiene “garantizado” un puesto en el Salón de la Fama, ¿por qué Nelson no tendría hoy algún chance de llegar a ese templo enclavado en Nueva York?