El Deporte

ANALISIS

Nuevo panorama en la Liga de Béisbol Profesional de RD

Vista del Estadio Quisqueya Juan Marichal, escenario capitalino del torneo de béisbol.

Luichy Sánchez PeraltaSantiago

Hace 66 años nació la Liga de Beisbol Profesional de la República Dominicana, mejor conocida como Lidom, con los equipos Tigres del Licey, Leones del Escogido, Águilas Cibaeñas y Estrellas Orientales.

Después de concluir el primer campeonato otoño-invernal (1955-56), el presidente de las Águilas, ingeniero Juan Sanchez Correa, propuso a la Lidom un proyecto para formar dos circuitos de cuatro equipos cada uno, el primero (circuito del Cibao) integrado por las Águilas y otros tres equipos repartidos en Puerto Plata, San Francisco de Macorís y La Vega, y el segundo (circuito Sudeste) conformado por Licey, Escogido, Estrellas y un equipo en San Juan de la Maguana.

Cuando eso ocurrió todavía no había debutado el dominicano Osvaldo Virgil en Grandes Ligas.

Pese a ese gran espíritu de Sánchez Correa prodesarrollo del pelotero dominicano, su proyecto no prosperó. Eso de la expansión nunca ha sido una “varita mágica”.

En 1983, una traumática ley del Congreso Nacional impuso a la Lidom los equipos Azucareros del Este (los Toros) y Caimanes del Sur, desapareciendo estos últimos después del campeonato 1988-89. Se efectuaron 7 torneos con 5 equipos y nacieron en 1996, por voluntad de la Lidom, los Gigantes del Nordeste (hoy del Cibao).

Tras un intento de crear nuevos equipos, por otra ley de 1997 (ver mi artículo del 24 de mayo del 2008 en este mismo periódico), una sentencia de la Suprema Corte de Justicia en el 2005 declaró inconstitucional la “facultad” del Poder Legislativo de imponerle socios (equipos) a la entidad privada Lidom. Eso mismo se alegaba entre 1982 y 1983, pero aquello fue el “pleito del huevo y la piedra”.

Recuerdo a distinguidos juristas como Ramón Tapia Espinal, Mario Read Vittini, Jottin Cury Elías, entre otros, referirse a la inconstitucionalidad de la ley 447 de 1982.

Entró el nuevo milenio, surgió en el 2002 lo que se conoce como “sorteo de novatos” (draft) y terminando su segunda década (2020) llegaron nuevos acuerdos entre la Lidom y la Federación Nacional de Peloteros Profesionales (Fenapepro).

La sumatoria de la fijación en 16 las rondas de los drafts (a partir del 2018), la cancelación del draft del 2020 por la pandemia, la limitación a un máximo de 100 jugadores de las listas de reservas nativas de los equipos a partir del 2020 (antes era ilimitado) y el establecimiento de una nueva regulación de la agencia libre, ha presentado un nuevo panorama en la Lidom.

Al no ejecutarse los cambios de reglas que demandaba el draft de novatos del pasado 8 de septiembre, apareció la inaudita cifra de 307 jugadores disponibles para seleccionar 96, dejando como resultado 192 jugadores pendientes para el 2022 (más los nuevos que se añadirán), los primeros 19 agentes libres del citado draft, producto del nuevo pacto entre la Lidom y la Fenapepro, así como una proyección de más de un centenar de agentes libres para el 2022.

Ese nuevo panorama parece que empujará a una ponderación seria de una nueva expansión del beisbol profesional otoño-invernal dominicano a corto plazo, siempre y cuando se cumplan requisitos como estadio (s) adecuado (s) y soporte económico que garantice la permanencia de los potenciales candidatos a franquicias, entre otras cosas, sin caer en la exageración de exigencias.

Por el momento, sólo se conoce la aspiración sólida de Puerto Plata (tema para ampliar), quedando pendiente si alguien más se interesa, para desembocar en aquel anhelado proyecto del circuito del Cibao soñado por Sánchez Correa. Esperemos.

Tags relacionados