COPA RYDER
John Rahm quiere sumar al legado de España
Desde la cima del ranking mundial del golf, Jon Rahm confía en cerrar su espectacular temporada uniéndose al panteón de los grandes jugadores españoles en la Copa Ryder, que se disputa esta semana en Whistling Straits (Wisconsin).
A sus 26 años, Rahm será una de las grandes atracciones de la edición 43 de este emblemático enfrentamiento entre el golf estadounidense y el europeo, que clausura una campaña con enormes éxitos y también grandes sobresaltos para el español.
En junio, Rahm se hizo con su ansiado primer trofeo de Grand Slam imponiéndose en el Abierto de Estados Unidos, tan solo días después de la cuarentena por su positivo de coronavirus en el Memorial Tournament, que le arruinó un triunfo prácticamente garantizado.
De igual forma, 2021 es el año que vio a Rahm recuperar el número uno del ranking de la PGA y también quedarse a las puertas de competir en los Juegos Olímpicos de Tokio tras un nuevo positivo de covid-19.
Este jueves, mientras se preparaba para participar en su segunda Copa Ryder, Rahm reconoció que ha echado la vista atrás a una temporada que, a nivel personal, comenzó con la gran alegría de dar la bienvenida a su primer hijo, Kepa.
"Me di cuenta de que solo han pasado cinco meses y medio desde que nació mi hijo, y que han pasado tantas cosas desde entonces", explicó Rahm. "Casi parecen un par de años de experiencias esos cinco meses".
"Aparte de los contratiempos de los que ya he hablado ampliamente, los buenos momentos, las grandes experiencias y la felicidad superan ampliamente los contratiempos, y eso es todo lo que puedo decir de este año", recalcó.
"Me he convertido en padre. Estamos en un buen momento familiar. Ha sido increíble. Conseguí mi primer Grand Slam y jugué muy bien al golf durante todo el año", se felicitó.
Rahm ha aterrizado en un gran momento de forma en el campo de Whistling Straits (Kohler, estado de Wisconsin).
En agosto concluyó en el tercer lugar del Northern Trust, tras ocupar el liderato gran parte del torneo, y dos semanas atrás pugnó hasta el último golpe por el triunfo en el PGA Tour Championship y por el cheque de 15 millones de dólares de los playoffs de la Copa FedEx, que finalmente ganó el estadounidense Patrick Cantlay, rival de nuevo en la Copa Ryder.
"Algo especial" Este jueves, Rahm reconoció que un triunfo esta semana en Whistling Straits serviría para paliar la decepción de la Copa FedEx, especialmente tratándose de un golfista criado con las hazañas de compatriotas como Seve Ballesteros, José María Olazábal y Sergio García, actual compañero del equipo europeo.
"Cuando naces en España, la Copa Ryder es algo especial", resaltó. "Hay mucho legado en este evento, entre Seve, Ollie (Olazábal) y el jugador que más puntos de la Copa Ryder ha conseguido para el equipo de Europa en la historia (García)".
"Es mucho para estar a la altura, no voy a mentir. Son muchas expectativas cuando eres un español", afirmó.
Rahm, que ganó el trofeo tres años atrás en Francia, carga también con el peso de ser el único miembro del equipo europeo entre los 10 mejor posicionados del ranking.
Los estadounidenses, en cambio, cuentan con nueve de los 11 primeros clasificados, pero Rahm cree que la gran experiencia de Europa puede marcar la diferencia.
El español recordó el jueves que aún no había cumplido tres años cuando su compañero de equipo Lee Westwood, de 48 años, participó por primera vez en el evento.
García, Ian Poulter, Paul Casey y Rory McIlroy también son veteranos de múltiples batallas en la Copa Ryder, por lo que Rahm cree que su actual etiqueta de número uno no le conlleva mayores responsabilidades.
Tenemos muchos jugadores que "han hecho esto lo suficiente como para que (nosotros) naturalmente gravitemos hacia ellos para que nos guíen", dijo.
"No voy a ir activamente a decir: 'Eh, ahora soy un líder', porque no tengo un ego tan grande", avanzó. "Espero, como he hecho hasta ahora este año, dejar que los palos y la pelota hablen y dejar los discursos y el liderazgo a los chicos que llevan mucho tiempo en esto".