Un gerente que no se duerme cosecha frutos

El pasado 10 de julio, el jardinero de los Bravos de Atlanta Ronald Acuña, Jr. sufrió desgarro en el ligamento anterior cruzado de su rodilla derecha al tratar de atrapar un batazo, quedando fuera por el resto de la temporada.

Al día siguiente, domingo antes del Juego de Estrellas, el abridor Ian Anderson salió con molestias y posteriormente fue colocado en lista de lesionados con inflamación en su hombro derecho.

Dos lesiones que muy bien pudieron sembrar desesperanza en el equipo de los Bravos, que llegó a la pausa del Clásico de mitad de temporada con marca de 44-45, cuatro partidos detrás de los punteros Mets de Nueva York.

Pero Alex Anthopoulos, agresivo gerente general del equipo de Atlanta, jamás pensó que las oportunidades de clasificación habían desaparecido e inició de inmediato los trabajos para cubrir las necesidades del equipo.

Antes del inicio de la segunda parte, adquirió al jardinero Joc Pederson desde Chicago y al veterano receptor Stephen Vogt, quien había iniciado la temporada con Arizona. Fue un claro mensaje a sus jugadores. La gerencia de los Bravos iba por más.

En las horas finales antes de la fecha límite de cambios, Anthopoulos completó una andanada de importantes movimientos. Desde Pittsburgh llegó el relevista dominicano Richard Rodríguez. En negociación con los Marlins re-adquirió al jardinero Adam Duvall. Desde Cleveland trajo a Eddie Rosario y, cuando ya el tiempo hábil para hacer movimientos expiraba, aseguró a Jorge Soler desde Kansas City.

A partir de esa fecha, la tropa de Brian Snitker inició una racha de 16 victorias en 19 partidos que cambió por completo el esquema de la división al combinarse con el colapso de los Mets. Desde el 12 de agosto, los Bravos han ocupado de manera ininterrumpida el primer lugar.

Soler y Duvall complementaron una ofensiva que ha recibido enormes contribuciones de los miembros de su cuadro interior: Freddie Freeman, Ozzie Albies, Austin Riley y Dansby Swanson.

En días recientes, el equipo ha celebrado los regresos de Anderson y Huáscar Ynoa a la rotación y del receptor Travis d’Arnaud.

Pese a las ausencias de Acuña y de Marcell Ozuna, los Bravos presentan un ataque balanceado y una rotación que muestra su mejor profundidad de la temporada.

La actitud de nunca darse por vencido de Alex Anthopoulos ha pagado dividendos, y los Bravos parecen nuevamente encaminados a los playoffs de MLB.