JUEGOS OLÍMPICOS

Medallista polaca subasta medalla para operar un bebé

María Andrejczyk ganó la medalla de plata en la prueba de la jabalina en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

María Andrejczyk ganó la medalla de plata en la prueba de la jabalina en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Los Juegos Olímpicos de Tokio terminaron hace algunos días, pero los atletas siguen siendo el centro de atracción debido a los increíbles gestos de bondad que han marcado estas olimpiadas. El turno es para la deportista polaca María Andrejczyk que decidió subastar su medalla de plata para ayudar a pagar los gastos de la cirugía cardíaca de un bebé.

Andrejczyk, es una estrella de la jabalina que obtuvo la presea plateada para Polonia con su lanzamiento de 64,61 metros, pero fue mucho más allá con su bondad y no dudo en poner en venta su medalla para ayudar a Miloszek, un bebé de ocho meses con deficiencia cardiaca que vive en Estados Unidos.

"No me tomó mucho tiempo decidirme, era la primera recaudación de fondos en la que participé y sabía que era la correcta", dijo Andrejczyk.

El objetivo de la campaña era reunir los 385.000 dólares necesarios para la cirugía, dinero del cual ya se ha recaudado un 90 por ciento, según la misma Andrejczyk.

"Miloszek tiene un defecto cardíaco grave y necesita cirugía", dijo la deportista.

Una cadena de supermercados de Polonia le dio casi 53.000 dólares por la medalla de plata, pero se la devolvió a la atleta. Además, pudo recaudar otros 41.000 dólares para la misma causa.

"Nos conmovió mucho el gesto extremadamente hermoso y noble de nuestra atleta olímpica, así que decidimos apoyar la recaudación de fondos para Miloszek. ¡Hemos decidido que la medalla del segundo lugar de Tokio se quedará con María!", publicó la empresa polaca en su cuenta de Twitter.

La polaca había sido diagnosticada con un osteosarcoma, un tipo de cáncer en los huesos en 2018, tan solo dos años después de imponer un récord nacional para Polonia en lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 con 67,11 metros, que la dejaron como cuarta en esa ocasión.

“Esta medalla puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en su armario, por eso decidí subastarla”, expresó la ya recuperada Andrejczyk.