PRESENCIA DOMINICANA
J.R. Richard
El reciente fallecimiento de James Rodney Richard induce evocar lo impactante que fue su participación en el béisbol dominicano. Un cotizado prospecto de los Astros de Houston en los setenta, impresionaba por su estatura, medía seis pies y ocho pulgadas con 222 libras de peso, y por la velocidad que alcanzaban lanzamientos.
La estrecha relación que la familia Antún, entonces propietarios de las Estrellas Orientales, tenía con los Astros y el hecho que su manager fuera Hubb Kittle, principal coach de pitcheo de esa organización, facilitaron su intervención en el circuito dominicano en la campaña de 1972-73 con ese equipo. Había jugado en el verano en Oklahoma, sucursal triple A de Houston, allí había ponchado 169 bateadores en 128 episodios, pero asimismo otorgó 79 pasaportes gratis y ese era el problema a corregir con la experiencia invernal. Tuvo una aceptable actuación, completó 57 entradas en diez aperturas haciendo out en el plato a 57, pero también cedió cuarenta pasaportes.
Retornó en 1974-75 logrando una brillante actuación con marca de 8-4 en ganados y perdidos, PCL de 1.67 y 103 ponchados en 104.1 capítulos, obteniendo la triple corona tradicional de pitcheo. Obviamente fue Lanzador del Año. El equipo verde ganó la serie regular, pero cayeron en la final frente a las Águilas en uno de los eventos culminantes más intensos de la historia. La participación de Richard tuvo luces y sombras, destacándose su salida en el quinto partido donde ponchó a quince rivales para establecer un récord en estos certámenes. Sin embargo, fracasó en el partido decisivo esfumándose de esa manera el sueño de la corona para el Macorís del mar después de haber superado un déficit de 1-4.
Al año siguiente participó por tercera vez siempre con las Estrellas, superando la marca de mejor proporción de ponches por entradas lanzadas para un derecho, que pertenecía a Bob Humphreys desde 1963-64. Abanicó a 88 en 79.2 entradas.
Los resultados totales de James Richard en sus tres campañas en Dominicana lo colocan en lugar privilegiado; su principal credencial es ser el único lanzador en la historia del circuito que en más de doscientos episodios ha ponchado más bateadores que entradas lanzadas, 248 en 241.0.