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TRIPLE TEAM

LNB, desarrollo y baloncesto

El inicio de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) en su regreso a la acción tras la suspensión del torneo 2020 debido a la pandemia del coronavirus se une al anuncio de la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) de la creación y puesta en ejecución de la Liga Nacional de Desarrollo con categoría Sub-22 para finales de agosto.

El propio presidente de la Fedombal, Rafael Uribe, reconoce que es un “plan ambicioso” en una nota de prensa de la institución que detalla los equipos (16 en total en dos conferencias de dos divisiones y cuatro equipos por división.

Pero también expresa la misma nota que será una liga de “ascenso y descenso” e invita a los interesados en formar parte de una segunda división formalizar su solicitud ante la institución.

El primer grupo tiene una amalgama que incluye clubes establecidos y reconocidos como el Mauricio Báez y Domingo Paulino (Santiago), así como el San Sebastián, de Moca. Hay dos nombres que estuvieron antes en la Lidoba (madre de la LNB) como Cocolos de San Pedro de Macorís y Constituyentes de San Cristóbal.

Trenes del Este (La Romana) y Potros de Higuey (entonces Naranjeros) son rescatados de la desaparecida LIBRE (Liga de Baloncesto Regional Este) que tuvo un par de temporadas antes de su extinción.

Es un intento interesante para dar oportunidad a muchos talentos que a veces se pierden. Pero se necesita una base sólida. La Fedombal tiene en sus manos la estructura tradicional de asociaciones y clubes que debe utilizarse.

Pero hay que profundizar en las raíces de los barrios y sectores populares. Ya con 22 años, el jugador dominicano tiene “mañas” y es difícil que pueda aprender algo. Hay que buscar más allá y comenzar más temprano, descubrir el talento como Eduardo Gómez con Grillo Vargas y Tito Horford en La Romana.

Y hay que desarrollar a los entrenadores. Desde los más encumbrados hasta los más humildes. Que no se queden en los torneos superiores, que puedan salir del país y ver como se trabaja en otras latitudes. El acuerdo con la Federación de España, dormido en un sueño eterno, podría ser utilizado para eso.

Y para un desarrollo integral del baloncesto dominicano hay que agrupar y no atomizar más. Ya es demasiado como los 32 torneos “superiores” que operan, para los fines como islas al igual que la LNB. Hay que integrar más a los actores que pueden contribuir desde los empresarios hasta los que secan el tabloncillo.