VELOCIDAD
Verstappen “resucita” al mítico Senna en frenético Mundial de Fórmula 1
LOS EXUBERANTES RECURSOS LE CONVIERTEN EN LA MAYOR FUERZA, ENSEÑANDO UN ENORME PARENTESCO CON EL GENIO DE LA SERPIENTE ASFÁLTICA.
Si querían ver el regreso del mítico corredor brasileño, acá “lo tienen”. Max Verstappen ahora utiliza las mismas medicinas del mayor genio que tuvo la Fórmula Uno, Ayrton Senna, con demostraciones que ya parecen encaminadas a decapitar la última tiranía que ha tenido ese deporte.
La victoria del neerlandés en Francia hizo rememorar al más veloz piloto de la categoría reina, añadiendo el ingrediente perfecto en la aparente apoplejía competitiva que padece la alemana Mercedes, mientras su volante histórico Lewis Hamilton trata de encontrar respuestas “inexistentes” en el desempeño del líder, en víspera al primer tercio de competencia.
Es que Hamilton “no logra entender” de dónde Verstappen ha sacado tanta velocidad, para ponerlo casi de rodillas en las más recientes citas que tuvieron en pista los dos colosos de la serpiente asfáltica; incluso, en su último espectacular zarpazo tratándose de un complejo trazado que no permite exprimir el motor.
“Simplemente eran más rápidos que nosotros”, destacando que solo en la recta su coche se veía superado entre tres y cuatro décimas. “Tenemos trabajo que hacer, porque ellos han dado un gran paso adelante y no sé si es por el nuevo alerón o por el motor”, ha reconocido el monarca histórico.
Verstappen, a quien de principio se le adornó como “El Pequeño Senna” por su incontrastable semejanza con el triple campeón sudamericano (ido a la inmortalidad a 305 kph en uno de sus grandes arrebatos competitivos), finalmente se muestra de cuerpo entero por qué merece tal analogía. Es hoy por hoy el piloto más rápido de la Fórmula 1.
Verstappen (131 puntos) le enseña a Hamilton (119), que igual al legendario, puede sacar de dónde no haya para hacerse de pletóricos éxitos a partir de ahora. Su alucinante victoria arrebatada en la penúltima vuelta contra el heptacampeón en el “GP Le Castellet”, ha sido lo más grande de la Fórmula Uno en muchos años; tan necesitada de que “renaciera” Senna.
Si bien el inglés se vio muy afectado por desgaste de neumáticos y falta de ritmo, el resultado fue contundente. Verstappen y su parrilla supieron manejar mucho mejor los tiempos, unido a la sangre helada de la nueva sensación, quien habría llegado para quedarse con el trono del tirano.
El nacido en Bélgica, de padre holandés, responde con cualquier recurso ante la necesidad: velocidad, no importa dónde; picardía contra la presión, osadía en espacios minúsculos para rebases, alucinante en las curvas, y parece tener los mismos “tres brazos, tres pies” que usaba el infalible Senna, rememorando de paso aquellas épicas batallas del carioca con el histórico heptacampeón Michael Schumacker y el francés Alain Prost.
Ahora, Verstappen de las seis carreras que ha podido hacer –perdió el GP de Azerbaiyán- ha ganado tres, con tres segundos puestos: sencillamente, anestésico, en una de los mayores demostraciones en muchos años de ese deporte. Y mientras tanto, el segundo piloto de la tripuntada, Valteri Bottas, hoy está quinto (59) ante un escolta rival Red Bull, como el mexicano Sergio Pérez, en un clave tercero (84). Hamilton ahora no tiene la misma ayuda.
Este domingo la gran tirantez se dará en el GP de Estiria (Austria), circuito de apenas diez curvas de un breve trazado (4,32 Kms.), donde la velocidad habrá de imponerse, con cuatro grandes rectas para volar bajito.
Este campeonato promete resultar el más disputado entre pilotos heterogéneos en menos una década (2016, entre compañeros Rosberg-Hamilton), siendo la última ocasión en 2012, con victoria de Sebastian Vettel (Red Bull) 181-178 ante Fernando Alonso (Ferrari).