MUJERES DE GRANDES LIGAS
"Malicia"
La palabra malicia según la definición del diccionario es la “intención encubierta con que se dice o hace una cosa para beneficiarse en algo o perjudicar a alguien.” Dos elementos importantes aquí son intención y encubierto.
Un malicioso/a no se identifica fácilmente, pues las intenciones no están a la vista, no son tangibles o palpables, sino que tiene que haber una acción que valide o confirme que se tiene. El estar encubierto lo hace doblemente difícil, pues si la intención es abierta o manifiesta cualquiera se daría cuenta.
En el deporte profesional existe mucha malicia. Contradictoriamente el deporte por si mismo es una actividad netamente sana, inofensiva, pura. ¿Porqué entonces genera tal conflicto? Porque la competencia puede resultar en atención y popularidad al que se destaca pero también genera envidia, celos y contienda. La malicia trabaja en sintonía con las tres antes mencionadas y puede poner muchas zancadillas a quien tiene éxito y se destaca.
Por eso el deportista siempre tiene que estar como coloquialmente aquí se dice: ‘moca’ ‘chivo’ escéptico con todos y pasando cedazos y filtros. El deportista que ha logrado cierto sitial no se puede comportar normalmente abierto pues puede ser herido por terceros. Todo el que quiera acercarse tiene que pasar los protocolos correspondientes para que todo sea claro y de frente. En este tiempo el malicioso hay que conocerlo como al cojo sentado y al ciego durmiendo, pues el atleta no se puede dar el lujo de interactuar y hablar con cualquiera sin reglas. El deportista tiene que aprender a balancear el corazón y la razón, no endureciéndose al extremo pero tampoco dejándose coger de p…o.
La malicia prima en todos los estratos sociales de la vida; no respeta nacionalidad, lenguaje, ni status social. Al atleta lo puede tratar de engañar el de saco y corbata, de ojos azules y de fija mirada; como el que vende coco de agua, de ropa andrajosa y mirada huraña. La malicia está, es responsabilidad del atleta saber como identificarla y desviarla y eso solo se logra con la ayuda de Papá.
“y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” S. Mateo 24:12