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Sanó: "Salgo y trato de hacer swing a los pitcheos buenos"

Miguel Sanó conectó tres cuadrangulares en un partido por primera vez en su carrera.

Do-Hyoung Park/MLB.comMinneapolis

Con la frustración e interrogantes en aumento entre los aficionados de los Mellizos con el lento inicio de la temporada, pocos jugadores han encontrado mejor el ritmo que el dominicano Miguel Ángel Sanó.

Sólo hay que esperar, como dicen los Mellizos. Como lo ha demostrado a lo largo de su carrera, es cuestión de tiempo para que Sanó se convierta en un abrir y cerrar de ojos en un jugador capaz de cargar con un equipo.

Eso fue exactamente lo que hizo el martes, un día controversial en que Tyler Duffey y el manager Rocco Baldelli fueron expulsados. Sanó, por su cuenta, eliminó un déficit de cuatro carreras con su primer partido de tres vuelacercas en su carrera.

“[Sanó] tiene una fuerza y habilidad sobrehumanas y puede cambiar el destino de los juegos”, dijo Baldelli, quien vio el final del choque en un sofá dentro del clubhouse. “No hay muchas personas que puedan tener un partido así”.

El trío de bambinazos de Sanó significó el 13er juego de tres jonrones en la historia de los Mellizos y el primero desde que el dominicano Nelson Cruz empalmó tres ante los Reales el 3 de agosto del 2018.

Considerando todo lo que ha tenido que pasar Minnesota en los últimos encuentros – los errores del domingo, ser vapuleados el lunes, pasar por la controversia del martes – hacía falta algo que pudiera enderezar el curso del equipo y alegrar a los aficionados.

Sanó aportó ese impulso.

Luego de caer a promedios de .119/.280/.209 el viernes pasado, Sanó ha dado cuatro bambinazos en cuatro partidos – incluyendo el de la victoria de tres carreras el sábado ante los Atléticos -- y ha conectado al menos un hit en cada uno de ellos.

Con sus vuelacercas del martes, Sanó demostró el poder que tiene hacia cualquier parte del terreno, siendo el último el más impresionante. Fue de 442 pies por el jardín central ante Aaron Bummer, quien no había permitido bambinzao alguno en el año.

Fue ante el sinker de 95.3 millas por hora de Bummer – otra señal de mejoría para Sanó, considerando los problemas que ha tenido ante esa clase de pitcheo en la zona.

“Tengo mi plan”, expresó Sanó. “Salgo y trato de hacer swing a los pitcheos buenos, los que creo que puedo poner en juego. Es lo que vengo haciendo. A veces, pasamos por baches y a veces tenemos suerte. Es parte del juego”.

Ese batazo fue luego de otros dos jonrones que conectó el quisqueyano ante Lance Lynn. En el cuarto inning, empalmó una recta cortada que depositó en el jardín izquierdo. Más adelante, detonó una recta de cuatro costuras hacia la pradera central.

Sanó estaba tan confiado que predijo sus batazos en el dugout.

“Es algo loco e increíble, pero me dije a mí y a José Berríos: ‘Si me tira un cutter adentro, le voy a dar al izquierdo. Si me tira un sinker del medio hacia adentro, puede que lo conecte hacia el medio. Si me tiran pegado, me voy a mi banda’” confesó Sanó.

“Fue al plato con eso en mente y con ese plan”, dijo Jorge Polanco. “Es genial verlo tener éxito”.